Enrique de Diego.
Eres Ignacio PaniAguado una garrapata, como te ha ha definido Federico Jiménez Losantos, el rey del mote. A mí no me sale tan bien: eres como una babosa, como un sapo, como una víbora que te arrastras sobre tu vientre y no sabes otra cosa que inocular veneno. No se te conoce ni una obra buena, nada decente. Garrapata te cuadra como anillo al dedo. Metes tu cabeza, llena de implantes capilares, y te dedicas a chupar la sangre de los demás. Chupa, chupa, molesta garrapata. Eres la deslealtad personificada, la traición irrestricta y compulsiva; has convertido el nombre de Ciudadanos es una cochambre, una cloaca y una escombrera. Antes he alabado a Losantos, ahora tengo que afearle ser uno de los fundadores en la sombra de esa mierda de partido.
¿Qué has hecho en la vida mediocre? Nada, vivir del cuento, a costa del esfuerzo de los demás, como las garrapatas. Cada vez que abres la boca sueltas veneno…sobre tus aliados, te visualizas por tus patrañas y tus insidias, por tus mezquindades. Tengo a honra ser de los primeros en haber conocido tu naturaleza de taimado, que urdes las trampas y no reconoces sus consecuencias. En las elecciones municipales de 2015 convertiste la democracia, este infecto Estado de Partidos, en una parodia, en un zoco y una tómbola, de compraventa de los puestos, porque iban a ganar dinero con el puesto de concejal, tenían que financiarse ellos la campaña. Una franquicia. Nunca ha quedado más claro la inmundicia de la partidocracia y se debe a ti, que actúas como la garrapata que eres. Si eso a demás de una cochinada, una mamarrachada, es además delito, yo te acuso, con todas las letras, garrapata. Y la Fiscalía debía dejar de ser cegata y comprobarlo, que hay muchos que quieren declarar y lo han hecho en El Mundo. Y has pillado una juez, Marta Alba Tenza, que no tiene ni idea de instruir y ya está recusada, ella y la letrada de la Administración de Justicia, y la va a arder el pelo.
Pero no quiero hablar de mí, garrapata PaniAguado. Eres vicepresidente de un gobierno en el que no crees, quizás porque no crees en nada, porque eres una nulidad. Tu actuación en la crisis pandémica del coronavirus no tiene nombre, es deleznable, la propia de una garrapata. Has intentado siempre sacar provecho de los muertos, sin hacer nada, sacar ventaja política, todo está documentado: tus apariciones en las televisiones sólo para chupar cámara; tus encuentros en las sombras con Angel Gabilondo y José Manuel Franco, tus conspiraciones para hacerte con lo que no has ganado, con la presidencia de la Comunidad de Madrid, lo que a los madrileños les va a costar su ruina, pero a ti poco te importa, que vendes a tus conciudadanos por un plato de lentejas. Es indecente y si te atreves a salir de las cobachas en las que te escondes y habitas como los murciélagos, cosecharas el desprecio de todos los madrileños de bien, que maldecirán tu nombre, y se mearán en tus implantes capilares, y quedará en la memoria de todos tu ignonimia, tu infamia, tu artera actuación de garrapata.