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Galapagar. La Guardia Civil, a las órdenes de Pablo Iglesias, vuelve a impedir la libertad de movimientos

Redacción




Enrique de Diego.

Ayer, por enésima vez, la Guardia Civil perteneciente a la Compañía de San Lorenzo de El Escorial (les delata la uniformidad) volvía a impedir a ciudadanos su derecho a la libre circulación cuando, fuera de la vía pública y de forma pacífica, se sentaban a tomar un refresco y un bocadillo respetando las medidas de seguridad sanitaria, cerca de la mansión de Pablo Iglesias.

En video adjunto se ve a otro agente, teniente para variar y este no parece tan bisoño como aquel del que informamos, cómo sin respetar los metros de distancia se dirige a los vecinos y exige, con advertencias de más multas, que se vayan alegando que no se puede acampar y que están en zona de seguridad, aunque no hay señalización que lo avale ni hemos encontrado esa zona declara de seguridad en BOE alguno.
No, estimado agente, no es una acampada, es sentarse unos minutos en una silla a disfrutar de la naturaleza tomando un refrigerio. Tampoco es una zona de seguridad, sino el capricho de un vecino con cierto poder que le utiliza para limitar derechos a esos vecinos. La actitud del agente, que se nos antoja reprochable, a muchos nos haría sentirnos coaccionados de forma arbitraria al limitarnos un derecho constitucional sin motivo sólido que lo avale.
Si estos agentes, en vez de estar ahí, con ese pequeño grupo de vecinos inofensivos, estuvieran en las calles de Galapagar haciendo lo mismo con los delincuentes y demás personajes que devalúan la seguridad de ese municipio, quizá la maltrecha seguridad de Galapagar bajaría y la calidad de vida de los vecinos subiría.
No les vemos con el mismo denuedo en la puerta de la Biblioteca Ricardo León echando a los grupos molestos que se forman para beber, fumar y ensuciar esa zona o en el parque El Toril, que está dentro de una vía pecuaria, decirle a los vecinos que no pueden «acampar» por llevarse una silla y sentarse en el césped, como es lógico.
Tampoco les vimos, el día que denunciaron a Miguel Frontera por poner el himno de la Guardia Civil en su coche denunciar al chatarrero que paso al momento por delante de la patrulla con la megafonía puesta (hay video).
No, señores agentes, hay ocasiones en las que hay que saber plantarse y decir no y respetar, por encima de todo, los derechos de los ciudadanos.
Si Pablo Iglesias no quiere vecinos cerca de su casa que se compre una mansión tipo Falcon Crest, porque donde la tiene es lo que hay y las leyes aplicables son las españolas y no las venezolanas o cubanas… Al menos por ahora.