Enrique de Diego.
Has tenido buena, y mala escuela: el PP más corrupto, el de Esperanza Aguirre, donde crearon un chiringuito ad hoc: recibiste un sueldo de 82.491 euros por tu actividad, nula, en la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social, con un solo trabajador y sin otra finalidad que pagarte el sueldo, lechón. Primero dijiste que sacarte ese tema era una operación de acoso y derribo, luego elaboraste la respuesta y la compaginaste con tu postura retórica de acaba con las autonomías, que ahí te diste cuenta del absurdo del Estado autonómico. Lo cual no fue óbice para lucrarte de él. Porque en realidad llevas toda tu vida viviendo de la política y sin hacer nada de provecho. Montaste un bareto y te liaste con las cuentas y cerraste y te desahuciaron la casa y prometiste, como Scarlata O’Hara que nunca más. Luego te han pagado seis meses el sueldo, de qué, el grupo de opositores iraníes- Luego no has dado cuenta de las donaciones a tu partido, 462.000 en 2015, lo más seguro es que os las quedarais los cuatro mangantes, tú el más grande, que mandáis en Vox. Te dotaste de una tarjeta green a cargo del partido para comer habitualmente en el Hotel Palace y el Ritz. Luego has alquilado la sede central a un chiringuito de tu vicepresidente primero Vicente Coello de Portugal, que está condenado por administración desleal y contabilidad falsa.
Hace bastante tiempo, Juan Jara, que abandonó Vox porque no soportaba el hedor que desprendes, me vaticonó que «Abascal sólo le importa el dinero y las mujeres, pronto cambiará de casa». Lo mismito que Pablo Iglesias. La vivienda, de 285 m2 -100 de los cuales son de jardín-, se encuentra en una de las zonas más caras de la capital, Pinar del Rey, por lo que, atendiendo al elevado precio del metro cuadrado en la zona -por encima de los 4.000 euros-, la nueva casa de Abascal estaría valorada en, al menos, un millón de euros. ¿De dónde los sacas? Estoy esperando que digas algo original: de una herencia. Se calcula que ganas al año 155.000 euros, entre el partido y el Congreso, que con la presión fiscal existente en España mengua mucho. Pero desde las andaluzas aquí, tu partido ha ingresado 13 millones de euros, lo que no es óbice para que pidas 20.000 euros para ejercer la acusación popular en el caso Delcy, y al parecer lo consigas. Le pregunto a Juan Jara y me contesta en castizo: «el que nace lechón, muere cochino». Había dudas sobre ti en lo poco, así que en lo mucho…Claro, que hay cachondos de los hooligans de tu partido que aventuran que lo sacas del trabajo de tu esposa como influencer. Esotérico. Otro rollo que ese no cuela. Los 13 millones de subvenciones, que no ibas a cobrar, pero que te has embolsado para no ser menos, son tu botín particular, Vox es una cloaca de corrupción en gran escala, con la excusa manida de los grandes principios, con los que nunca haréis nada, y menos tú, que te has amamantado generosamente a las ubres del sistema, y las cutres realidades. Te funcionará mientras le interesa al sistema, cuando no le sirvas, te dejará caer.
En el Estado de Partidos al que sirves, siempre ha habido miedo a que surgiera algo a la derecha del PP, porque eso, con la ley d’Hondt, significa que la derecha no gana. Ese hueco lo ha cubierto Esperanza Aguirre y Francisco Granados e Ignacio González, con el acompañamiento de Eduardo Zaplana, Ángel Acebes…Luego salió Aleix Vidal-Quadra al que, desde el principio, te dedicaste a traicionarle, porque ser cabeza de ratón también tiene premio. Y tú, Benito Mussolini de gimnasio, te lo has montado bien, jaleado por los hooligans de Vox, que están dispuestos a contagiarse de coronavirus con tal de tener una jornada de patriotismo folclórico. No dais para más. Así que tú has cubierto ese hueco. Aportas los coros y danzas. El PSOE puede decir que viene la extremaderecha, que tienes menos fuerza que el pedo de un mosquito. Tú mientras tanto te vas haciendo con un capitalito o capitalazo, Como el acomplejado de Amurrio que eres, te va eso de la ostentación y el lujo. A cambio, taponas el sistema, le cortas el resuello a Pablo Casado, comes y dejar de comer, a Pedro Sñanchez le das un baño de legitimidad y dos de poder. Es el circo del Estado de Partidos, el juego cutre de ese modelo, que tú conoces bien. Por eso te desgañitas con vivas al rey. Al fin y al cabo, naciste lechón, toda la vida has sido eso, luego morirás cochino. Toda la vida siendo lechón, te llegó la hora de ser cochino.