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Vox da un giro republicano y elige Alicante como ciudad piloto

Redacción




Josep Sansano.

2020 no está siendo un buen año para nadie, pero si para alguien está siendo un annus horribilis es para Vox Alicante. La semana pasada eldiario.es y Alicanteplaza daban a conocer la presentación de una denuncia ante la fiscalía anticorrupción firmada por más de una decena de afiliados denunciando una caja B y un pitufeo digno del peor PP, de la que hacían directamente responsables a los dimitidos candidatos de Vox en Elche y a la presidenta provincial Ana Vega.  

Con esta denuncia se ponía un colofón judicial a una colección de escándalos, tejemanejes y trapicheos de los que este medio junto a otros de la provincia ha informado puntualmente. Tras meses cayendo en saco roto, alguien en Madrid estalló finalmente al conocer  la noticia que este diario titulaba como “Vox revienta manifestación de apoyo a la Guardia Civil en Alicante”. 

Según fuentes internas, las llamadas de Madrid a Ana Vega no han cesado desde entonces, exigiéndole orden en sus filas, sembradas de mediocres, parientes, amigotes y hasta presuntos delincuentes. Con estos mimbres, no se puede decir que los cambios hayan sido notables, pero han sucedido, traduciéndose en la remoción y sustitución de coordinadores en más de 20 municipios, incluyendo el sonado cierre de la sede en Elche, la dimisión en bloque de todo el equipo de Catral, o la renuncia, aún por solucionar, de Carolina Vigara, única concejal  de Vox en Torrevieja y que supuestamente debería ser sustituida por su ex marido y número 2 en el municipio, actualmente desvinculado de Vox y de Vigara.

Pese a estos precedentes, la penúltima destitución en Vox Alicante ha sorprendido a muchos. Mario Ortolá, el poco dotado (para la política) marido de Vega, ha dejado su cargo como coordinador de Alicante, para dedicarse plenamente a su poco inspirada labor de portavoz del grupo municipal en el ayuntamiento de la ciudad, cediendo su lugar al hasta ahora desaparecido afiliado Diego Ramón del Castillo Gómez-Cambronero.

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El sustituto de Ortolá no es nuevo en la política. Guardia de seguridad de profesión, del Castillo ya figuró en las listas del partido neo-nazi Democracia Nacional a las elecciones autonómicas de 2003 y las elecciones generales de 2004. También encabezó la candidatura de Vox por Benidorm pese a estar empadronado en Alicante, tras la dimisión del candidato originalmente elegido al contar con antecedentes por violencia de género y ocupaba diversas vicesecretarias en la organización alicantina, pese a no acudir a ningún acto o evento desde hace meses.

Lo más sorprendente es que Diego Ramón del Castillo, ha manifestado en no pocas ocasiones su disconformidad con la corona con una elocuencia más próxima a la de un borracho de cantina que a la de Garcia Trevijano. En diversas publicaciones de facebook se refería al emérito como “Un vividor de mierda”, “muy simpático, con el dinero de todos… yo también quiero ser muy simpático y vivir del cuento a cuerpo de rey” y espetaba a los votantes de vox monárquicos sugiriéndoles “Iros [sic] a la mierda cortesanos de mierdaaaaaaa arriba españaaaaa……fuera vividoresssssssssss”.

Es llamativo que ante la crisis que atraviesa la monarquía española, Vox opte por poner a dirigir la actividad (escasísima, eso sí) de la cuarta capital de España, a alguien que afirma que “El que quiera reyes… que se compre una baraja… y ya tiene cuatro…”. 

El email mediante el cual el partido ha comunicado a los afiliados el cambio en la dirección de Alicante se envía desde Vox España y no desde el correo de Alicante, por lo que es de suponer que Madrid es quien coordina este giro republicano, que desde este medio seguiremos con gran interés.