Redacción.
Tras las publicaciones surgidas en redes sociales por numerosos actores con relación a la prevista e injustificable subida de sueldo de la alcaldesa y el primer teniente de alcalde, VOX Colmenarejo quiere dejar clara su postura.
En primer lugar, fue el propio Grupo Vox de Colmenarejo quien descubrió la reserva de crédito que habían insertado la alcaldesa y su primer teniente alcalde entre los expedientes a aprobar en el Pleno municipal de febrero de este año. Esa reserva de crédito es un paso indispensable y ya paso decidido para subirse el sueldo.
También fue el Grupo Vox quien lo denunció en el Pleno, descubriendo los manejos que se estaban realizando a escondidas. En ese Pleno sólo tuvimos el apoyo del Grupo Popular. PSOE y Vecicolme se limitaron a intentar echar balones fuera mientras que, incomprensiblemente para los que creemos en la honradez en la política, Podemos y Ciudadanos no dijeron nada al respecto.
Tampoco se manifestó, – quizá por ser una sorpresa para ellos -, el Grupo Alternativa por Colmenarejo, si bien luego, ante la actitud de sus entonces socios de gobierno, decidieron separarse de ellos.
Vox continuó, como era su deber, tratando que ese atropello a los ciudadanos de Colmenarejo no llegara a consumarse y, fruto de sus denuncias y propuestas para que esa reserva de crédito fuera para otros fines, – como la lucha contra COVID-19 y sus efectos en nuestra economía -, parece que la alcaldesa ha acabado renunciando a la subida que se proponía hacerse a sí misma aunque el otro implicado, el teniente alcalde de Vecicolme aún no se ha pronunciado.
Todo este trabajo y el descubrir este asunto por parte de Vox Colmenarejo, ha traído una lógica crisis de gobierno cuyo resultado lógico hubiera sido la salida del actual equipo de gobierno.
Sin embargo, parece que los actuales políticos siguen considerando que los ciudadanos deben estar al capricho de los políticos cuando desde Vox pensamos que debe ser justo, al contrario: que los políticos estén al servicio de los ciudadanos.
Pero parece que los partidos tradicionales no lo entienden. La alcaldesa del PSOE, junto con su equipo formado por el teniente alcalde de Vecicolme y Podemos, han encontrado una forma de superar la crisis de gobierno y evitar la moción de censura, incorporando a sus filas a un concejal tránsfuga, que ya intentó apoyar a este gobierno desde su partido, Ciudadanos, pero como no se lo permitieron, ha forzado su salida, eso sí, conservando su acta de concejal.
Esto contradice el pacto antitransfuguismo que el propio PSOE firmó con otros partidos en 2006, que compromete a los partidos políticos firmantes a «impedir la utilización de tránsfugas para constituir, mantener o cambiar las mayorías de Gobierno de las instituciones públicas» a través de intervenciones como «no apoyar ninguna iniciativa que provenga de los mismos» o «la adopción de medidas disuasorias de carácter económico, reglamentario y protocolario». La herramienta, ahora con la polémica por la posible incorporación del antiguo representante de Ciudadanos al Ejecutivo local del PSOE y Podemos en el Ayuntamiento de Colmenarejo como telón de fondo, fue en su día clave para la creación de la figura de «los concejales no adscritos».
El Pacto ya prevé la creación de una Comisión de Expertos Independientes que «determine la concurrencia o no de transfuguismo» cuando la Comisión de Seguimiento «no llegue a una valoración unánime de un caso». Desde los comicios municipales de 2007, las formaciones políticas que suscribieron el acuerdo se comprometieron a «no presentar como candidatos a cualquier elección a los concejales declarados tránsfugas, sea cual sea el partido al que hubiesen pertenecido».
Vox considera que este concejal tránsfuga ya no representa a los vecinos que votaron a Ciudadanos y que sólo se representa a sí mismo.
Con relación a todo este asunto, Guadalupe de la Fuente, concejal portavoz de Vox en Colmenarejo, ha afirmado que “es inconcebible que con la crisis económica y la emergencia social que nos viene, el equipo de gobierno esté pensando en subirse el sueldo” y añade que “no necesitamos a políticos profesionales que den saltos de un partido a otro, sino a gente que quiera cambiar las cosas y ayudar a los vecinos en sus necesidades y prosperidad, más en los momentos que estamos viviendo”.
Por todo lo anterior, Vox se opone de forma frontal a consumar un nuevo desprecio a los vecinos de Colmenarejo y propone la dimisión del actual equipo de gobierno para una necesaria renovación en nuestra ciudad.