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Modelos Geopolíticos de creación Hispana

Redacción




Vicente Ferrer de Pellicer. Consultor y Analista Internacional.

Pocas naciones en el mundo pueden admirar su obra histórica con tanto orgullo como la nuestra. Son muy escasas las gestas que cambian la historia de manera tan radical como lo que sucedió desde el comienzo del reinado de los Reyes Católicos hasta la invasión Napoleónicas. La Civilización actual está en deuda eterna con esa España valiente que expulso a los musulmanes, descubrió un nuevo mundo allende los mares e incorporó razas y pueblos primitivos a la Cristiandad.

Es tan grande la obra de nuestro pasado que aún podemos hoy día aprender de ella sirviendo para identificar cuatro precedentes reales de poder hegemónico organizado español. Los cuales constituyen cuatro modelos opcionales de geopolítica futura para la Hispanidad.

Precedentes como posibles modelos:

1.- Imperio de Dominio Universal: Primero avalado con el título imperial romano de Carlos V (I de España), y continuado con la Gran Estrategia de Felipe II, la monarquía española tuvo la oportunidad de establecer un dominio mundial real, justificado por los descubrimientos transoceánicos, la expansión de Occidente con su Fe y su Civilización, y en definitiva la conciencia de establecer un poder planetario de derecho justo y cristiano, por primera vez en la Historia. Es una estrategia política que cimentó y creó las bases del Derecho Internacional actual, y demostró que era posible una unión política mundial a partir de unas normas generales básicas y un poder político efectivo. Implicaba una alianza hispano-germana católica básica que dio un dominio efectivo en Europa (con excepción de Inglaterra), y una jerarquía política bien definida con la corona española como su cénit. Por supuesto supuso el triunfo definitivo del Occidente cristiano como civilización dominante.  La extrema precariedad tecnológica en relación a tamaña empresa (Domínguez Ortiz establece una analogía a los EEUU de 1970 hipotéticamente creando un imperio en la Luna) y la crisis religiosa-política en Europa, evidenciaron la realidad de ser una estrategia inviable en su totalidad. Como un modelo recuperable, aparenta ser el menos posible, sin embargo, podría haber una versión adaptada a un futuro inmediato, en que una hispanidad recuperada en sus lazos culturales y políticos, se pudiera unir a ese nuevo poder germánico actualizado que son los EEUU y anglosajones, conformando un modelo geopolítico de hegemonía universal de Occidente sobre todo el planeta con un potente núcleo hispano-USA. De hecho, tal vez la única posibilidad de salvar la Civilización Occidental.

2.- El Estado Universal: Es el Conde-Duque de Olivares, valido real (primer ministro) y por tanto gestor del poder ejecutivo del Imperio Universal, quien, tomando conciencia de las razones de inviabilidad anteriormente expuestas, propone y pone en marcha el más probablemente ambicioso proyecto político de la historia de la Humanidad. El establecimiento de una administración pública universal que implicaría la aportación de presupuestos económicos, ejércitos y funcionarios de cada territorio de la Monarquía Universal, para resolver definitivamente las carencias materiales que imposibilitaban la realización final del dominio planetario. Enunciado en el Gran Memorial de 1624, se propuso oficialmente como Ley de Unión de Armas a partir de 1626 por todas las cortes y parlamentos de la Monarquía. En un principio tuvo sus éxitos que mantuvieron la victoria en la Guerra de los Treinta Años, pero su oposición provocó el estallido de la crisis de 1640 y finalmente perder esa gran guerra. El nuevo mundo político que alumbró Westfalia, terminó definitivamente tanto con la Gran Estrategia como con el proyecto de estado mundial. Lógicamente, como modelo futuro es más improbable que el anterior, por ser ya específicamente hispano y por la construcción de burocracia planetaria. 

3.- Unión Económica: Con la nueva visión ilustrada de los Borbones de S. XVIII, llega el Marqués de la Ensenada con su política de “vista a América” y una propuesta de Intendencia Real unificada entre todos los virreinatos, y con un plan de establecer una unión económica y comercial con un tesoro y moneda comunes para América y toda la Monarquía española en el mundo. Sería un claro precedente de la Unión Europea, incluso en sus etapas, comenzando por una especie de CEE anterior al Tratado de Maastricht. Aunque pudiéramos verlo aparentemente como el modelo de futuro más viable, al analizarlo se nos revela incluso como el más irreal. Los poderes globales hegemónicos políticos y económicos jamás tolerarían ese modelo en América y Europa (España y Portugal) sin intervenir, sin someterlo o sencillamente sin imposibilitarlo.

4.- Alianza Política-Militar: El Conde de Aranda presentaba como primer ministro en 1792 el Plan Aranda, copia de su Dictamen presentado a Carlos III en 1783, y que suponía una independencia formal de los virreinatos para su autogobierno por los criollos, y al mismo tiempo una unión militar y de política internacional en torno al Rey de España. Posicionaba a toda Hispanoamérica en un bloque político unido desde Oregón y Mississippi al Cabo de Hornos, para impedir a la naciente república de EEUU y a las ambiciones de británicos y franceses el avance en el continente americano. España se reservaba como provincias las islas como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, para establecer las fuerzas navales y centros comerciales de coordinación. A mi juicio el más brillante, previsor y analíticamente acertado plan de estrategia política jamás diseñado por un político de habla hispana. Llegó una década tarde. España era arrollada por la edad Contemporánea. Un modelo contemporáneo y factible, pero desgraciadamente poco actualizable por el neo-indigenismo y la hispanofobia en la hegemonía cultural. 

Conclusiones:

Concuerdo con don Gustavo Pareja ( jurista experto en geopolítica) y don Patricio Lons (historiador y divulgador hispanista), en que es necesario tener una visión y ambición de hegemonía política, aunque pueda parecer menos realista. La única posibilidad de supervivencia de la Hispanidad (entendida geográficamente como todos los países de habla hispana de ambos hemisferios, con posibilidad de incluir a Portugal y Brasil) siempre será como parte integral de la civilización occidental, y a su vez la civilización occidental solo sobrevivirá si recobra la homogeneidad interna cultural, e instituciones y valores que la crearon. Es imprescindible una alianza de política de naciones comprometidas con Occidente como civilización, y en ese contexto la identidad hispana debe tratar de emerger con fuerza. Estamos de acuerdo también en mi criterio en cuanto a que un Plan Aranda actualizado lógicamente, sería viable como paso intermedio para entrar con más fuerza política y cultural a un modelo de estrategia global HISPANO-USA, que lidere Occidente y se disponga sin complejos a dominar el mundo en su devenir político e histórico.