Javier de la Calle.
La jueza, Carmen Rodríguez-Medel Nieto, del juzgado de Instrucción número 51 ha dictado un auto, por el que admite como acusación particular al sindicato Manos Limpias, del que es secretario general, Miguel Bernad, en las diligencias abiertas contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco Pardo, por haber permitido la manifestación feminista del 8 M. La presencia de Manos Limpias no sólo es importante sino decisiva por cuanto en el caso probable que la fiscalía proponga el archivo de la causa, la jueza podría no atender ese criterio al haber acusación particular; de no haberla, la juez estaría obligada a seguir el criterio del fiscal.
Manos Limpias está representada por el abogado alicantino, José María Bueno.
A la Asociación Contra la Gestión del Coronavirus, que lleva el abogado Víctor Valladares se le pide que presente letrado y fianza de 1.000 euros; no se admite el encausamiento pedido por Fernando Simón, por no ir dirigido contra él las diligencias previas. A la Asociación Profesional Mayoritaria de Mandos, Unión Oficial de Oficiales de la Guardia Profesional, se le indica una fianza de 1.000 euros y documentación acreditativa de la Asociación.
La presencia como acusación particular de Manos Limpias es un auténtico espaldarazo a dicha Asociación y una vuelta al foro por la puerta grande. Manos Limpias fue objeto de una demoledora y abusiva campaña de acoso y derribo, ordenada por Zarzuela y seguida por sus terminales, Abc y el pseudoperiodista Javier Chicote, que significó el ingreso en prisión preventiva, ordenada por el juez Santiago Pedraz, amigo personal de Baltasar Garzón, que tenía como fin acabar con la referencia máxima de la lucha contra la corrupción en España.