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Carta a Federico Jiménez Losantos: Eres el tonto del pueblo, pero no de Orihuela del Tremedal, sino de toda España

Redacción




Enrique de Diego.

Eres el tonto del pueblo, Federico, pero no sólo de Orihuela del Tremedal, payaso, sino de España, eres más tonto que Abundio, dudoso honor para Orihuela del Tremedal, no confundir con la de Alicante, haber dado un hijo tan tonto como tú. Eres tan tonto, tan tonto -o tan listillo- que depredas a tu propia empresa y luego tienes la cara más dura que el cemento armado de pedir dinero a tus menguantes oyentes descerebrados con tu timo de las ampliaciones de capital, que ya no cuela. Un millón os repartisteis en la buchaca los de la mierda del Consejo de Administración, lameculos tuyos, que no tienen dónde caerse muertos o están en concurso de acreedores -¡qué derecha mediática tenemos, Dios mío, es una cochambre!-, mientras la empresa daba pérdidas; eso sí, tocándole a Javier Somalo hacerse trampas con las cuentas. Eres un corrupto, eres la voz de su amo, al dictado de tu señorito Aznar, eres la cochambre del Estado de partidos, el bufón, que te callaste como una puta babilónica, que es lo que eres, de lo más rastrero, una ramera barata, cuando tu señorito perpetró la traición con Pujol de tragarse y no recurrir la ley de normalización lingüística, fundamento del totalirismo separatista catalán. ¡Menudo patriota de pacotilla estás tú hecho! ¡Qué sólo te preocupa la pasta!

Eres tonto, tontísimo, de lo tonto, lo peor. Has cambiado tanto en tu vida, has dado más vueltas que una peonza, que estás más loco que una cabra, estás de atar. Loco debiste quedar en el partido comunista, donde no eras más que un pringado, y luego cuando fuiste maoísta, que se necesita ser gilipollas, y cuando te hicieron ese atentado extrañísimo con secuestros y disparos en las rodillas,sin precedentes, que más parece un ajuste de cuentas como en las mafias que otra cosa, por haberte quedado con la pasta. Eres un loco que se ha creído Napoleón, y lo grave es que unos descerebrados se lo han creído también. Y les has estafado como a pardillos, sin ningún decoro, en tus ampliaciones de capital que son una puta estafa.

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Y muestra de tu locura patética, la mentira que montaste el 11 M, que no hay por donde cogerla, con el entonces ti amigacho Pedro J, al que le gusta la lluvia de oro, y es un degenerado de marca mayor, para estar en un loquero con el body rojo, y refrendo la frase lapidaria de la malograda Esperanza, antes de que la suicidaras: «Federico y Pedro J son dos hijos de puta». Dos hijos de puta sin piedad, sin conciencia y sin escrúpulos. Y Luis del Timo, un gusano sin atributos, la excrecencia de la fabulación. Las vais a pagar todas juntas.

No das una, últimamente has perdido el norte y el sur, enano, pigmeo, y no haces más que meter la pata, como cuando declaraste a Inés Arrimadas «resucitada»,  cuando estaba mal enterrada.

Tú tiempo ha pasado ya, la del Estado de partidos, con sus enanos, como tú, que no has sido más que una coartada de los peor del sistema, un perro mal adiestrado, un lacayo baboso. Hay quien te conoce bien y tu chiringuito y te da hasta el año que viene para que cierres. Yo no te doy hasta Navidades, tú no te comes el turrón. Vas a dejar de vivir del cuento, de hacer el payaso, de colocar a tu mujer de funcionaria de la Comunidad de Madrid, supongo que en premio de ser tan condescendiente con la cornamenta que le pones con Ayanta Barilli, a tu hermana, que en gloria esté, de jefe de prensa del IVAM, y tú cobrando de las cloacas del PP, de la caja B del PP, de Luis Bárcenas, so chorizo. Vas a dejar de asociarte  con Méndez Pozo y José Luis Ulibarri, y lo peor de cada casa. Y vas a dejar de vivir del presupuesto público. Y te vas a morir de hambre, entre el desprecio de todos los españoles, también de los que te han jaleado, por trapacero y mentiroso compulsivo, a los que has tenido engañados como coartada de la casta. Chorizo, más que chorizo, mentecato, por ti doblan las campanas ya.