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A favor de la renta mínima

Redacción




Editorial.

El Gobierno puede estar sanamente orgulloso de la renta mínima aprobada, que se mueve en el no dejar a nadie atrás. Las consideraciones de tragedia general ha llevado a acelerar esta medida, completamente lógica: nadie debe quedar exento de la ayuda del Estado en una situación así. Pensadores liberales tan acreditados como Friedrich Hayek son partidarios de un mínimo de subsistencia.

Sólo cabe esperar que la renta mínima no tenga los problemas de los ERTEs, que no se están pagando, ni degenere en un embrollo burocrático, de modo que se convierta en retórica vacua, porque eso sería muy grave, maltratar a la gente que verdaderamente lo necesita.

El Gobierno ha aprobado este viernes en el Consejo de Ministros el ingreso mínimo vital. Alrededor de 850.000 hogares –unos 2,3 millones de personas– se beneficiarán de esta medida, que supondrá un subsidio que irá desde el equivalente a una pensión no contributiva para un adulto solo, unos 460 euros al mes en doce pagas, a algo menos del Salario Mínimo Interprofesional, mil euros también en doce pagas. Una medida estrella que estaba incluida en el acuerdo de programática de la coalición, pero que se ha acelerado a raíz de las consecuencias económicas de la pandemia, y que desde el Gobierno se ha calificado como «el mayor avance en los derechos sociales desde la aprobación de la Ley de Dependencia» en 2006.

«Un paso de gigante» en la lucha contra la desigualdad, según lo ha calificado la ministra portavoz, María Jesús Montero, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. «Un día histórico para nuestra democracia», ha celebrado el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, recalcando que «hoy nace un nuevo derecho social en España». El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha referido al ingreso mínimo como «el instrumento más potente que existe para la redistribución de la renta», aunque ha puesto el acento en que su éxito reside en que sirva a sus beneficiarios para salir del umbral de la pobreza a través de estrategias de inclusión social.