Enrique de Diego.
Pedro Gallego trató en la cercanía a don Antonio García-Trevijano, Antonio para los amigos como él. Vivió el último año con el. Es, por tanto lógico, que esta delicia de entrevista pasemos revista a la pasión de Antonio por la tortilla de patatas, a su lado más humano ya su condición de fino jurista que no perdió hasta el final de sus días ganando un importante recurso que ganó para el Consorcio de Bomberos de Gran Canaria, al que Pedro pertenece, siendo Ingeniero Naval. Visionario siempre don Antonio tenía claro que sus ideas triunfarían después de muerto y que una situación así, de colapso del sistema, llegaría. El mejor homenaje a su memoria es la conquista de la libertad política colectiva por la que él tanto bregó.
-Usted trató mucho a don Antonio García-Trevijano en los últimos años. Dígame, por favor, cómo le conoció y cómo entró en contacto de su ideario.
Mi pareja contactó con su secretario de entonces, Baldomero Castilla, para concertar una cita. Nos invitó a comer en su casa. Llegamos por la mañana cuando grababa la emisión para Radio Libertad constituyente y me cedió la palabra en un determinado momento del programa. Recuerdo que hablé sobre la Reserva Federal y la emisión de papel moneda. En ese mismo programa me pidió que me uniera y participara como colaborador en su radio. Eso fue en el año 2015 y desde ese momento nuestra relación fue cada vez más estrecha, hasta que finalmente me regaló su amistad. Hablábamos todos los días 3 o 4 veces, su primera llamada era a las 10 de la mañana y la última a las 11 de la noche. Su último fin de año mi familia y yo lo pasamos junto con él en Somosaguas.
– ¿Qué anécdotas recuerda que le hayan impactado más?
Bueno, hay muchas. Cada vez que iba a su casa hacía una tortilla de patatas, o mejor dicho de papas, como decimos en Canarias, que aunque soy madrileño, vivo y trabajo en Las Palmas de Gran Canaria desde hace años. Le encantaban y decía que no había probado una igual. Llevé muchas veces compañeros y amigos a Somosaguas a comer y pasábamos ratos inolvidables y muy divertidos donde hablábamos de todo, de arte, de su acción política, de su vida personal y familiar o de los casos más importantes que llevó como abogado en el extranjero. Se encontraba realmente feliz en esos momentos.
– ¿Cómo describiría a don Antonio?
Antonio, porque yo le llamaba sin el célebre Don asociado a su nombre y persona, era una persona singular y única, extraordinaria en el sentido literal del término. Tenía gran sentido del humor y una inteligencia inigualable. Refinado en sus formas y un caballero. Podía sentar en una mesa a un aristócrata y a un obrero y que todo se desarrollase con total sintonía. Era totalmente accesible socialmente, no tenía ningún prejuicio. Era un genio creador y no perdió nunca el niño que llevaba dentro. Sin duda, una personalidad muy fuerte y con mucho carácter, pero es que la inteligencia sin carácter no sirve de nada y menos aún en la vida política. Menos todavía frente a todos, como fue su vida y acción política. Él estuvo frente al Estado defendiendo a la nación. No solo fue un genio del Derecho y un filósofo político de primer orden, además fue un estudioso y experto en arte y estética. Y que nadie se olvide, un hombre de acción, y el único que hizo frente a Franco y a este sistema de oligarquías sin venderse y corromperse al final del camino.
– En su azarosa vida destaca su clarividencia intelectual y su compromiso con la libertad que le llevó a venderse nunca. ¿Le oyó usted quejarse de su ostracismo?
Es evidente que era consciente y así lo denunciaba, del veto de los medios a su persona. Le tenían miedo. España se ha convertido en un país de mediocres y de cobardes con una absoluta pasión de servidumbre. Pudo haber ostentado en el Estado el cargo que le hubiese dado la gana, solo tenía que haberse dejado querer un poco por el Régimen. En su día llegó a tener más del 30% de las acciones de El País, cuando se enteraron que era García Trevijano quien estaba comprando las acciones le obligaron vender. Todos los grandes medios de información y la gran mayoría de los periodistas ‘están con lo que hay ’. Ha sido una ignominia el desprecio que recibió de los medios, los mismos que tienen en cartera a los tertulianos y palmeros analfabetos mandados por cada partido a defender su hoja parroquial.
– Siempre creyó que sus ideas se llevarían a cabo y que el Estado de partidos era un gigante con los pies de barro…
Él era consciente también, de que el triunfo de la República Constitucional y de sus ideas llegaría cuando él no estuviera. Este Régimen de oligarquías de partidos no puede durar, pero España sigue presa de la servidumbre voluntaria, de momento.
– ¿Cree usted que ahora se dan las condiciones objetivas para que se lleven a la práctica las ideas de don Antonio? ¿Le hubiera gustado, si se puede hablar así, vivir esta situación?
Ahora existe un momento de falta de legitimación del sistema y que se agudizará más cuando se materialice la crisis económica que nos espera. España no castiga la corrupción pero si las crisis económicas. Él sabía perfectamente, que una situación así, tarde o temprano, llegaría. Por eso la abstención activa como fundamento para crear la masa crítica necesaria para que en una situación de este calado y falta de legitimidad del sistema, propicie su caída. Es el momento de Antonio García Trevijano. Somos el pueblo más aborregado y más dócil del mundo, aguantamos lo que nos echen. Nos encierran como a un hámster y nos sacan a aplaudir quince minutos al día. Falta que nos pongan una noria en el balcón. España está dormida y tiene miedo a despertarse y tomar conciencia de la clase política que nos gobierna, porque le resulta inaceptable psicológicamente que esta caterva de indocumentados dirija su destino. No hay manifestación, Fundación, carrera popular o acto de cualquier tipo, en el que no esté detrás un partido político. Pero el sueño no puede ser eterno. España como nación debe despertar y aparecer, extirpando el tumor de la partidocracia de la sociedad civil para que ésta florezca.
– Don Antonio era un fino jurista, el mejor de España. ¿Usted tiene pruebas de ello? ¿Nos lo puede contar?
Antonio fue un genio total del derecho, no solo el mejor abogado de España, sino que en el mundo se cuentan con los dedos de las manos abogados de su talla. Pero es que como jurista era igual de excelso. Si juntamos ambas categorías, que son distintas, la de abogado y jurista, no había otro como él, un primer espada sin comparación alguna.
Los Bomberos del Consorcio de Emergencias de gran Canaria, llevábamos sufriendo un abuso y atropello de nuestros derechos desde el año 2012, habíamos perdido todos los juicios en el TSJ de Las Palmas, pero la nueva ley que regulaba el Recurso de casación nos dio una oportunidad de recurrir ante el Tribunal Supremo. Nunca le pedí que fuera él nuestro abogado, pero después de escucharme hablar con un magistrado amigo común, pidiéndole referencias sobre abogados buenos en Contencioso administrativo, me llamó y me dijo ´Pedro, eso te lo llevo yo’, extendió la mano y me dijo: ‘ya tienes abogado’. A partir de ahí, tuvimos quince días para preparación del recurso de casación. Antes de ver el expediente dijo: ‘si hay una opción entre un millón, esa es la mía para ganarlo ‘. Me alojaba en su casa, también me acompañó un gran amigo y compañero al que cogió mucho aprecio. Trabajábamos desde las 10 de la mañana las diez de la noche, nosotros le leíamos el expediente y le relatábamos los hechos. Después, Antonio nos dictaba y escribíamos en el ordenador. Cuando el Tribunal suprema admitió la preparación del recurso y nos daba paso en el plazo de dos meses a presentar éste, nos llamó y dijo: ‘ya hemos ganado, podemos celebrarlo’.
El recurso de casación que redactó en esos dos meses y tuvimos el orgullo y la suerte única de acompañarle y ayudarle de nuevo con el archivo y análisis documental del expediente y jurisprudencia, y por supuesto en relato de los hechos. Es una obra de arte sin comparación, por la sencillez, claridad y licencias tanto literarias y filosóficas que se permite utilizar, envuelto todo en un rigor jurídico y dominio del Derecho deslumbrante. Cuando hablábamos y discutíamos si tal caso era contencioso administrativo, civil o penal, él respondía: ‘me da igual el caso, Derecho solo hay uno, que es el que yo conozco’.
Tenía 89 años cuando realizó el recurso de casación en 2017, falleció en febrero de 2018 con 90 años. El Tribunal Supremo admitió nuestro recurso en julio de 2019, como ya adelantó mi querido amigo y maestro. No pudo celebrar con los bomberos el triunfo que sabía seguro que íbamos a tener. Desde luego, todos los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria tienen presente en su memoria la figura de Trevijano.
– Tengo entendido que usted está haciendo un trabajo concienzudo de distritos de cien mil electores. ¿Nos puede adelantar algo? ¿Cuándo estará ultimado?
Así es, estamos proyectando con los resultados de las últimas elecciones, como quedaría repartido el Parlamento si tuviésemos un sistema uninominal mayoritario puro a una vuelta y a doble vuelta que esperamos tenerlo finalizado a mediados de junio. Para tal fin, tenemos dos distribuciones territoriales, una con 350 distritos y otra con 236. Cada distrito tendría su diputado. El diputado al ser elegido, no hereda ni recibe una diputación o un escaño, recibe una encomienda política de sus electores que debe cumplir si no quiere ser revocado. Debe dar cuenta y cumplir el mandato imperativo que su distrito le impone y por el que ha sido elegido, no como ahora, que cumplen el mandato imperativo del jefe del partido. El actual sistema proporcional de listas impide toda clase de representación, los diputados son empleados del jefe del partido y no representan a nadie.