Javier de la Calle.
Ese que Roberto Centeno, catedrático de Economía, dice que tiene «pocas luces», Ignacio Aguado no hay que perderlo de vista porque puede poner toda la política española patas arriba, con una moción de censura que cambie el signo del Gobierno de la Comunidad de Madrid. La cuestión no es si la presentará o no sino cuándo, y nuestras fuentes ponen el horizonte tope de seis meses.
Toda vez que Ciudadanos ha decidido votar a favor de Pedro Sánchez en la ampliación de la prórroga, y todo indica que hará lo propio cuando pida de nuevo un mes, esto tendrá traslación en la Comunidad de Madrid, situada por el Gobierno como culpable del coronavirus, a pesar del 8 M, y cuya ofensiva contra Isabel Díaz Ayuso es muy acusada. A Pedro Sánchez no parece importarle que cada día en Fase O hace perder a Madrid y a toda España, de la que Madrid es locomotora, la friolera de un millón de euros.
La furibunda crítica socialista a Isabel Díaz Ayuso encuentra eco en el mediocre Ignacio Aguado, un político especialmente gris, que no pierde ocasión para meter pullas a la presidenta, para distanciarse, y aunque dice que el pacto no corre peligro, todo el mundo interpreta que ahora toca decir eso, y que mentir en política es una muestra de pillería, cuando no de inteligencia.La última de Ciudadanos es montar un falso escándalo de corrupción con el apartotel de la presidenta publicando en la web un falsísimo documento de convenio con Kike Sarasola con las cifras cambiadas, operación hecha desde una consejería de Ciudadanos. Tema amplificada por los medios adictos al Gobierno, sin fundamento alguno, pero con mucho ruido.
La forma de parar una moción de censura inevitable es convocar antes elecciones, pero Pablo Casado, el timorato no quiere, porque se fía de Inés Arrimadas. Federico Jiménez Losantos lo tiene claro. «Ayuso debe convocar elecciones cuanto antes», porque «si Casado pierde el tiempo sonriéndose con Inés, sin obligarle a elegir, perderá. Y España se perderá». Federico se alimenta de la Comunidad de Madrid y de ahí su histeria. A Inés Arrimadas le conviene mantener el engaño hasta las elecciones vascas donde Pablo Casado le regala dos diputados. Las encuestas de Madrid dan un descalabro de Ciudadanos, con 3 diputados. Así que, siendo esta la última legislatura del partido, son recomendables las aventuras y los palos de ciego. Es probable que en unos meses arda Madrid en protestas y la estrategia de Ciudadanos resulte, a la postre, fallida y altamente crispadora. Pero, ya se sabe, al fin y al cabo, Ignacio Aguado «no tiene muchas luces». Un político que no sé sabe como llegó a vicepresidente, pero que seguramente aspira a más.