Enrique de Diego.
Estamos en la fase 1 de las indicadas por don Antonio García-Trevijano, en la que se trata de comentar y hace ambiente entre compañeros de trabajo, amigos y familiares para hacerles ver que la solución de todos los problemas es la República Constitucional, de forma que de forma a un movimiento imparable que conduzca a una etapa de Libertad Constituyente.
El primer logro es la publicación de mi libro «República Constitucional» con una síntesis en 21 páginas, de fácil lectura, y bajo coste, 1,53 euros, del pensamiento de don Antonio, basado en la separación de poderes, con el presidente de la República-presidente del Gobierno elegido en circunscripción nacional, diputados de distrito, elegidos a doble vuelta por sistema mayoritario, y la Justicia elegida con voto corporativo. Está basado en «Teoría pura de la República». Durante el fin de semana se ha situado en los primeros puestos de ventas. Sorprendentemente, y merced a la magnífica y elogiosa crítica de Javier García Isac, director de Radio Ya. Digo sorprendentemente porque el ideario, en medio de los intereses creados por el Estado de partidos, es desconocido y estaba a una altura intelectual elevada. La síntesis busca hacerlo asequible y manejable para todo el mundo. Más adelante se venderán millones de ejemplares.
Se trata de comentarlo con nuestro círculo de amistades y familiares para ir ganando adeptos de forma rápida, porque urge ante la gravísima situación de la Patria. En Radio Ya también está el programa de la Plataforma Demos, detentadora de la legitimidad del trevijanismo, que se puede escuchar con la misma finalidad de ganar adeptos. No existen los atajos, contamos con los medios que contamos. Rambla Libre ha iniciado una sección titulada República Constitucional. No se os oculta, pero a veces se nos olvida, que los medios están pervertidos por el Estado de partidos, tanto los de izquierdas, la mayoría, como los de derechas. En esto no conviene equivocarse.
El primer objetivo es denunciar el desastre y aún más, mucho más, la hecatombe económica causado por el Estado de partidos y no meramente por el presidente del Gobierno y dejar claro que ninguno tiene solución, y en el vértice está la monarquía borbónica.
La sociedad española está reaccionando, como no podía ser menos, ante la caída del PIB y el gravísimo deterioro de las economías familiares; los españoles van a ser llevados al hambre y la miseria. El Gobierno está haciendo promesas incumplibles, según las cuales el Estado de partidos no dejará caer a nadie. Con tal planteamiento, agravará los problemas angustiosos y provocará más sufrimiento.
Contra el confinamiento atroz y tiránico, contra la infinita torpeza del Gobierno, típica del Estado de partidos, se ha levantado la Calle Núñez de Balboa, con sus heroicos manifestantes, a los que siempre estaremos agradecidos, y a su ejemplo se han generalizado las protestas, en Zaragoza, en Alicante, en la calle Ferraz, en Galapagar…Todas esas manifestaciones muestran el general de la población, y se irán generalizando mucho más a medida que la ira popular vea que las promesas son papel mojado, retórica vacua, y que no hay dinero para Cáritas ni para la Cruz Roja, y que todo es una gran mentira, una broma macabra del rey y de toda la clase política. Es lógico que en un primer momento la gente desesperada busque soluciones en el PP o en Vox, hasta que perciba que es todo el sistema el que falla, el que está quebrado. Ahora toca sembrar, generar un ambiente de opinión pública. La victoria es segura. Todo va a nuestro favor. La culpa es de aristocracia de la peste de políticos profesionales, con sus autonomías que no sirven para nada y sus privilegios onerosos que nos hunden. Los medios de comunicación van a ser desbordados por la situación. El fallo es sistémico, afectará a los funcionarios y a los pensionistas. Puede haber corralito y rescate o salida de la Unión Europea.
Esta primera fase durará hasta septiembre, momento en el que ya se está preparando un grito de rebelión a favor de la República Constitucional en un local muy emblemático de Madrid. Hay dará comienzo la segunda fase. El futuro está abierto, depende de la responsabilidad de cada uno. Algunos ya estamos curtidos y no vamos a fallar. ¡Viva España! ¡Viva la República Constitucional!