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El asesino de los Caprichos

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

https://www.youtube.com/watch?v=Eym2RHDrk8U

Dirigida por Gerardo Herrero con Maribel Verdú, Aura Garrido, Daniel Grao, Antonio Velázquez, Ginés Diaz Millan, Roberto Alamo  este interesante y curioso “thriller “ no ha obtenido éxito comercial y ha cosechado numerosas críticas negativas. Algo sorprendente porque si bien es cierto que no logra exprimir completamente el jugo de la historia y los personajes es una obra interesante y en mi opinión superior a otras propuestas más valoradas. 

El argumento gira en torno a dos policías que van tras la pista de un misterioso asesino en serie. La originalidad es que el criminal escoge a sus víctimas entre la clase alta de Madrid y reproduce con sus cadáveres las escenas de los Caprichos de Goya. Y además la pareja de policías protagonistas son dos mujeres. 

Gerardo Herrero, director de ‘La playa de los ahogados’, vuelve al thriller con ‘El asesino de los caprichos’, una historia «diferente» que le atrajo –según ha declarado –  por la posibilidad de convertir en una mujer un personaje habitualmente masculino. 

Carmen (Maribel Verdú) es dura y antipática, con problemas de alcoholismo, volcada en su trabajo ( “es lo único que tengo en la vida“, dice en un momento de intenso dramatismo de la película ) una solitaria que se relaciona con los hombres de su entorno sin compromiso ni amor profundo y que no soporta la visión de la vida familiar. Amante del comisario jefe, no por ello deja de ver a un periodista amigo con el que mantiene una aventura que terminará mal a causa de la indiscreción de éste. La soledad de Carmen, la botella pequeña de licor con la que bebe en soledad, el aborto al que se somete con una frialdad que asusta, el desprecio que siente por la vida familiar de su compañera a la que en una escena tremenda dice: “ Tú estás a más cosas, pero yo solo atiendo al trabajo “ .  Sin duda son rasgos que hemos visto en otros personajes clásicos como el samurái Alain Delon ( El silencio de un hombre ), el detective McQ (John Wayne en McQ ), o los duros y solitarios inspectores , Harry  el Sucio (Clint Eastwood ) o Chuck Norris (Código de silencio ).  Pero Carmen carece de su fuerza y muestra a menudo una dolorosa vulnerabilidad. 

Todo ello configura un personaje singularmente atractivo que permite a Maribel Verdú una interpretación brillante que sostiene en todo momento la película y oculta sus evidentes fallos de guión.

Frente a ella, Eva (Aura Rodrigo), más joven, con buena formación académica, tiene una vida familiar equilibrada y feliz que intenta compaginar su trabajo. El contraste entre el plano de la clínica abortiva con Eva jugando con sus niños es impactante y muestra el abismo personal que separa a las dos profesionales. Eva es buena policía pero tiene otra vida, sus hijos, el karaoke con el que se divierte en sus horas libres. Es una persona, al contrario, que su compañera convertida en máscara. 

La trama sigue las líneas clásicas del cine negro y policiaco, asistimos a los mercados de obras de arte, al retrato de un comisario inmoral en los límites de la corrupción, a los coleccionistas que forman un universo particular, egoísta y egocéntrico. Lástima que el paralelismo de los crímenes con los grabados de Goya ( un recurso narrativo ya visto en muchas otras películas )  resulte un tanto superficial en su descripción y desarrollo. 

El ritmo es notable y la película tiene en todo momento espesor dramático gracias a la química entre sus dos protagonistas, Maribel  Verdú y Aura Rodrigo, que logran que sus avatares personales nos interesen a la vez que se entrecruzan con los peligros de la investigación.

Es cierto que el dibujo del periodista amigo de Carmen, de esa inverosímil presidenta de la Comunidad Autónoma que llega a acuerdos dudosos con el comisario, y sobre todo el abrupto desenlace perjudican la historia y la propia película. El guión no ha sido capaz de estar a la altura de los personajes aunque tenga momentos afortunados como la persecución por las calles de Madrid que Carmen realiza y que en última instancia fracasa.

Pero con todos sus rasgos fallidos “El asesino de los caprichos “ termina por dejar huella, aunque solo sea por el excepcional trabajo que Maribel Verdu hace  de esa trágica, abandonada y solitaria policía Carmen. 

En suma, un retrato de cine negro para recordar.