AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Carta a Alfonso Merlos: Estás acabado, ¡qué bajo has caído!

Redacción




Enrique de Diego.

Mira, Alfonso Merlos, estás acabado. El linchamiento que se está produciendo contigo lo tienes más que merecido, por falsario y mentiroso. Madura, tío, no eres un hipócrita, no llegas a tanto, eres un adolescente con peinados engominados de adolescente. No es cierto, como dice Javier Negre, que se te esté utilizando para desviar la atención de las terribles tragedias que asolan a esta España doliente, simplemente eres el divertimento o la distracción para una España atribulada, cuyos problemas empiezan ahora, tras el confinamiento, y la gente tiembla porque todavía no puede ni imaginarlo. Pero, al fin y al cabo, siempre has formado parte del entretenimiento y del circo del sistema.

Te quedan dos opciones: o ingresar en la Trapa y hacer penitencia y voto de silencio o dedicarte a la prensa del corazón y dedicarte a vender exclusivas; siempre habrá alguna ansiosa de notoriedad que llevarse al catre de mancebía. No te veo ahora preparado para ninguna de las dos cosas, aunque te recomiendo la primera. Te has creído más listo que nadie y has resultado ser el más tonto. Se va a escudriñar en tu vida, y en la de Alexia, que a eso iré luego, y no va a quedar títere con cabeza y vas a quedar como un payaso, como un descentrado, como un adicto al sexo, como un mentiroso compulsivo, que lo mismo pides matrimonio a Marta López que se la pegas con una jovencita de buen ver a la búsqueda de ser famosa. Lo vamos a saber todo sobre ti, los calcetines que usas, de ejecutivo, como haces el sexo, «es una persona egoísta en la cama», que dice Gema Serrano, que parece conocerte bien, vas a estar en boca de todas las verduleras y de la corrala que es Telecinco, pero te lo mereces por pardillo, mientras vas de caballero y señor. Eres un adicto a las redes sociales y ligas por ellas, para coleccionar cabelleras en tu cinturón de fauno. «Necesita conquistar el entorno en el que está. Manda mensajes que todo el mundo está esperando escuchar». Adulas hasta la cursilería: «¿Tú no querras casarte con tu príncipe azul?» Vas pidiendo matrimonio, prometer hasta meter, viejo como el mundo.

NO TE LO PIERDAS:   La heroína Katy Balber pide que detengan "la genocida Agenda 2030"

Se te ha ido la olla donde se dice que no hay que meter el pene, porque tú primer error es haberte liado con Marta López, ex Gran Hermano, y tertuliana, que sale en la televisión a todas horas, y luego humillarla. Ya está servido el escándalo, se ha enterado toda España y esto no ha hecho más que empezar, hasta que se cansen de atizarte como un mono o has entrado en nómina de Mediaset, y no te sueltan. Encima se la pegas con una redactora de Socialité, con una entrada en escena más chusca que gloriosa, ridícula, y causas estragos en Mediaset y todo el mundo a declarar en sus programas y tú que has sembrado el terreno de mensajes y todo el mundo te tiene grabados los mensajitos. Y Marta López te amenaza: «Si vas por detrás haciéndome daño si sacaré las uñas».

Ahora te toca apechugar con Alexia, que está muy fogueada, pero que no estaba preparada para el escándalo de chirigota. Y tú vas a durar menos con ella que un merengue a la puerta de un colegio, y que Kiko Matamoros ya ha dicho todo serio que te la pega con alguien muy conocido, que aquí hay para todos. Tío, te lo has montado en el confinamiento y has tomado el pelo a todo el mundo, haciendo llamadas, más falsas que un Judas de plástico, a quedarse en casa, como tú, bocazas. Ahora estás con Alexia en el «mejor momento», pero como dejes de ser un triunfador va a durar lo que canta un gallo. ¡Qué bajo has caído! Así que, o empiezas a vender trozos de tu vida y terminas siendo un juguete roto, o ingresas en La Trapa, con voto de silencio y castidad perfecta por tus muchos pecados. Ya digo que te recomiendo esto último. Te han pillado, pardillo, se acabó tú doble vida de donjuan de redes sociales y pacotilla.