Luis Bru.
Espejo Público de Susanna Griso es un programa superficial, ñoño en sus comentarios, políticamente correcto a machamartillo, al que la incorporación de Gonzalo Bans ha sido una coartada sin ningún cambio real. Susanna Griso poner su cara bonita y una sonrisa helada, imperturbable, para dar la cifra de muertos del COVID-19, y entretiene a la gente, mientras la arruinan, es la cara amable del mal. Es el sentimentalismo invertido, inmoral, la ausencia de todo bien. Ha dado reportajes falsos, pero no pasa nada, porque todo es falso en su programa. Nunca inquieta, nunca critica, nunca dice una palabra gruesa, más alta que la otra, sabe para lo que está y sigue el guión a rajatabla. No está preparado para lo que viene.