Editorial.
El Pleno del Congreso guarda un minuto de silencio por los muertos del coronavirus. Por cada grupo, asiste un número limitado de diputados. Los que deciden, los que mandan. Los demás van en una lista cerrada y ni pinchan ni cortan, votan lo que les indica el portavoz. Podrás ahorrarnos los sueldos en este paripé de democracia. No nos representan. No tenemos representantes a quien acudir. Ni tan siquiera el pueblo recuerda quién se ha presentado por el número uno en su circunscripción, a quién votó. Necesitamos con urgencia diputados de distrito, a los que podamos revocar si no defienden nuestros intereses, a los que paguemos el sueldo nosotros. Los partidos actuales con estatales, objeto de dominación.