Enrique de Diego.
Vox ha planteado un Gobierno de emergencia nacional con cuatro Ministerios Sanidad, Interior, Defensa y Economía. Quizás debería añadirse uno: Relaciones Exteriores. Esto lo propuse yo antes, y era la norma en nuestro siglo XIX. Todo lo demás -¡hasta 22 Ministerios!- es complicar las cosas y aumentar el gasto, hasta el oneroso despilfarro actual.
Entramos en una situación de emergencia nacional que va más allá del coronavirus, que será después económica, y es posible que incluya el hambre en grandes dimensiones. Por tanto, esta propuesta está llamada a salir adelante y ser ganadora, quizás tras una etapa de eclosión social que se ve venir ante la brutal crisis tras el parón del sistema productivo.
Al igual, se mueve en la buena línea, en la magnífica línea la propuesta de Rocío Monasterio de cerrar los parlamentos autonómicos y dedicar los sueldos a sanidad, así como los dispendios al calentamiento global o a la ideología de género, mantras del globalismo y de un socialismo y un comunismo desnortados. Las clases medias para sobrevivir necesitan con urgencia esas dos medidas, y terminarán reclamando en las calles, Dios no quiera que sea con violencia.