Javier de la Calle.
Este diario les informaba días antes de la asamblea nacional de VOX del pasado 8 de marzo, que dirigentes del partido verde ya barajaban suspender el acto ante la amenaza creciente del coronavirus en Madrid y el inmenso riesgo de contagio que suponía la concentración.
El partido de Abascal debía sopesar dos escenarios bien distintos, seguir adelante con el mitin en Vistalegre, concentrando al mayor número de afiliados posible, como muestra de músculo ante la creciente contestación interna y las concentraciones feministas programadas para el mismo día, (el aforo permitía 15.000 personas) o actuar como ejemplo de responsabilidad política y suspender el acto, renunciando a los titulares en aras del bien común.
Como era de esperar, se optó por la primera opción, redoblando los emails que instaban a asistir y finalmente, excusándose en el coronavirus a solo 30 minutos de empezar el evento para justificar vía twitter una afluencia de menos de la mitad del aforo previsto.
Las consecuencias no se han hecho esperar. Tan solo dos días después de la concentración se ha hecho público por el reelegido presidente del partido, Santiago Abascal, que su secretario general Javier Ortega Smith daba positivo en Covid-19.
Curiosamente era Ortega Smith quien irresponsablemente animaba a acudir al acto del 8 de Marzo en Vistalegre, con sendos videos enviados ese mismo día a los emails y redes de sus afiliados bajo el pretexto de que eran “jóvenes, españoles y rebeldes” y demostrar que en sus venas llevan “lo mejor de un pasado y la esperanza de un futuro”. En estos momentos se desconoce cuántos de esos rebeldes asistentes llevan en sus venas el mortal coronavirus y cuántas vidas más podría estar en peligro en lo que algunos barajan, de confirmarse el foco de la pandemia en Vistalegre, como un alevoso atentado contra la salud pública.
El periodo de incubación del coronavirus se estima en una media de entre 15 y 24 días, lo que supone que la persistente tos que Ortega Smith mostró durante el acto debería haber alertado mucho antes a la organización y forzado la cancelación del evento, o al menos propiciado las preventivas pruebas medicas al dirigente, siendo en ese momento la comunidad de Madrid uno de los focos principales del contagio.
Ortega Smith disfrutó durante los dos días de constante contacto con afiliados y cargos públicos de toda España, con los que compartió escenarios, mesa y mantel. Tras conocerse la noticia, VOX, en un nuevo y temerario acto de estupidez ha pedido a todos sus cargos que regresen a sus hogares, ignorando las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias de permanecer aislados en sus hoteles y llamar al teléfono de emergencias evitando cualquier contacto. En estos momentos miles de asistentes regresan a sus hogares en toda España como potenciales portadores de la pandemia, pudiendo convertir Vistalagre III en la zona 0 de algo mucho más grave.
En Alicante ya se están tomando las medidas necesarias, y las Cortes Valencianas han instado a la sindica y amiga personal de Ortega Smith, Ana Vega a someterse a los pertinentes controles (no así a su marido, el concejal Mario Ortola). Por las imágenes difundidas en redes, muchos otros cargos provinciales, como Pepe Bonet, Gema Alemán o David García podrían haber corrido la misma suerte. Reviste especial relevancia el caso del teniente general y diputado nacional Manuel Mestre, puesto que además de mantener un profuso contacto con Ortega Smith durante los actos del fin de semana, es el único con la edad de máximo riesgo en caso de infección, pudiendo estar en potencial peligro su propia vida.
En el escueto tweet mediante el que Abascal ha hecho público un comunicado por el incidente de Vistalegre, el líder de VOX ha pedido “perdón. Responsabilidades. Medidas”. Puede ser tarde para pedir perdón, desde luego lo es para tomar unas medidas que debieron pensarse mucho antes, pero debería empezar a depurar responsabilidades cesando a los encargados de la organización y sin duda a su secretario general Javier Ortega-Smith.