Virginia Montes.
Italia ha impuesto, por primera vez, la cuarentena a los barcos humanitarios ante el temor al contagio del corona virus, lo que no ha satisfecho a Matteo Salvini quien pide el cierre total de las fronteras. En Italia ha muerto cuatro personas por el virus y ya son más de doscientos los infectados.
Las ONG Médicos sin fronteras y SOS Méditerranée advirtieron que el coronavirus COVID-19 «no sea un pretexto para impedir» el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. «Entendemos las preocupaciones y las precauciones de prevención derivadas del brote de COVID-19 en Italia, pero también observamos que no se ha impuesto la cuarentena a otros barcos o aviones en el país», denuncian en un comunicado conjunto.
Sin embargo, estas personas que escapan de Libia, al otro lado del mar, se han topado en Italia con un nuevo e inesperado escollo en su periplo hacia tierras europeas. Las autoridades italianas autorizaron su desembarco en Pozzallo pero las han sometido a una cuarentena como precaución por el brote de coronavirus COVID-19 en el norte de Italia. La embarcación, fletada por las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée, aparece sola en uno de los muelles de este puerto siciliano. Hasta aquí había llegado al mediodía después de una misión en la que había rescatado a 276 inmigrantes de las peligrosas aguas del Mediterráneo central, las mismas que bañan las costas de este pequeño y remoto municipio típicamente turístico.