Luis Bru.
La tía Paqui tiene muchos posibles y está aterrorizada. Su marido fue Agente de Cambio y Bolsa, de los que sacaban unos durillos de cada transacción, así cualquiera. Tiene muchos pisos en alquiler, de esos que Pablo Iglesias les tiene echado el ojo. Tiene un piso en La Castellana, otro en Portigal y un chalet en Copacana y oye a Federico Jiménez Losantos, lo que hace padecer insomnio y le impide ser feliz. Esta Nochebuena tuvo, en la cena familiar, cuatro personas a servir, con cofia y uniforme, ellas, con chaqueta blanca, ellos, a los que pagó 100 euros porque se quedaran sin cenar con sus familias. La tía Paqui es de la derechona, pero ahora está en un sin vivir.
Ya recibió el palo del Banco Popular, que la dejó temblando, y no se explica cómo Losantos no le avisó, pero lo que viene le tiene acongojada: el «terror rojo», ni más ni menos, y ya no hay ningún Franco para pararlo, porque con Pablo Casado no las tiene todas consigo, porque es un débil, que parece que le lleva el bolso a Cayetana Álvarez de Toledo. La tía Paqui ya se ve vejada y a punto de ser torturada y fusilada en una checa, por la mismísima Irene Montero, que Losantos dice que es una presunta «analfabeta funcional».
Esta es un gobierno de comunistas, disfrazados algunos de socialistas, pero quien manda es Pablenin, que le deja a Falconeti el Falcón para que viaje, pero son comunistas vestidos con piel de cordero y la mansión de Galapagar no es otra cosa que una dacha. La tía Paqui sufre. Primero irán a por Amancio Ortega, luego a por los empresarios o ejecutivos del Ibex, luego a por los bancos, especialmente a por el Banco Bilbao Vizcaya, del que el padre del nuevo presidente es amigo de la tía Paqui. Losantos está tan corrompido, es tan liberal a la carta que confunde los monopolios y los oligopolios con el mercado y los defiende como el adulador del poder que es o en que ha devenido.
Luego irán a por sus pisos, sus amados pisos, a regular los alquileres. Sus pisos, lo que más le duele. Se los nacionalizarán, se los expropiarán. A la tía Paqui, Losantos, que para algo fue comunista, y los conoce, la trae a mal vivir, anunciándole los cuatro jinetes del Apocalipsis, de manera desenfocada y patibularia. La tía Paqui ya no duerme, ha perdido el sueño porque se ve en la checa de Bellas Artes. Bajo el terror rojo, por culpa de Losantos.