Virginia Montes.
El mayor avance de la medicina en los últimos tiempos, ha sido la mejora sustancial de las medidas de higiene. Como dijo Louis Pasteur, «le microbe n’est rien le terrain est tout». La vida en condiciones insalubres y el abuso de los antibióticos, están creando «súper cepas» resistentes a los medicamentos. ¿Se tratará el coronavirus de Wuhan de una de éstas mutaciones?
Sabemos que las condiciones de salubridad en la República Democrática del Congo, epicentro del virus del Ébol, no eran las adecuadas, y sabemos también que en China no son mucho mejores.
La postmodernidad y la ilusión de omnipotencia de la medicina moderna, nos hace cometer alguna que otra estupidez, cómo criar millones de cucarachas «periplaneta americana» en granjas para que coman los desechos, usar sus heces como fertilizante y decir que es una solución «muy ecológica» cuando todos sabemos que estas cucarachas son grandes vectores de enfermedades.
¿Pero es que acaso, podemos esperar el más mínimo respeto por la vida humana, animal o medioambiental de una sociedad que ejecuta a los disidentes del régimen comunista, hace pagar la bala a la familia, y trafica con sus órganos?
Han sitiado una ciudad de 11 millones de habitantes, tenemos constancia de que en las farmacias españolas, a pesar de la calma que intentan transmitir en los medios, las mascarillas de carbón activo de la prestigiosa marca alemana 3M están agotadas y están siendo todas enviadas a China.
En Europa ya se dan los primeros casos, uno confirmado en Alemania.
El gobierno de Macrón aboga por la repatriación de sus compatriotas en China, mientras la OMS lo desaconseja para evitar la propagación.
Personalmente no compraría ningún producto procedente de China, especialmente alimentos.
Desde Ramla Libre, seguiremos informando de las novedades sobre ésta nueva epidemia, que se supone ha sido transmitida por murciélagos y para la que no existe antídoto ni vacuna.