Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
El faro es una película dirigida por Robert Eggers ( responsable de La bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra (2015). ) con Willem Dafoe y Robert Pattinson en un singular , completo y brillante duelo interpretativo .
El argumento es simple e inquietante : Una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra en la década de 1890. El veterano farero Thomas Wake (Willem Dafoe) y su joven ayudante Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deberán convivir durante cuatro semanas. Su objetivo será mantener el faro en buenas condiciones hasta que llegue el relevo que les permita volver a tierra. Pero las cosas se complican cuando surjan conflictos por jerarquías de poder entre ambos
Thomas es un veterano y Ephraim es el recién llegado, sustituto del anterior ayudante de Thomas, que se volvió loco. Thomas le pide a Ephraim que trabaje duro, y este sólo quiere una cosa a cambio: poder ascender al faro y ver su luz, que Thomas quiere solo para él. Un dìa el joven mata una gaviota lo que despierta las supersticiones ocultas del viejo farero . La relación entre los dos hombres será aun más tensa cuando se enteran de que el rescate se retrasa . Entonces todos los fantasmas del alma se apoderarán de ellos y de sus vidas o de sus muertes .
El escenario es Nueva Inglaterra, a finales del siglo XIX ( como Moby Dick ) pero se diría que la película nos encierra en el faro del fin del mundo. Un guiño por cierto a La luz del fin del mundo, novela de Julio Verne que protagonizaran en cine Yul Brynner y Kirk Douglas .
Una película de gran intensidad con un estilo visual con reminiscencias de los clásicos de los años veinte : Murnau, Fritz Lang, George W. Pabst y un clima digno del Dreyer de Ordet o Dies Irae .
Robert Eggers y el director de fotografía Jarin Blaschke decidieron utilizar una proporción de 1.19:1, un encuadre casi cuadrado- y en blanco y negro – que cineastas como Fritz Lang o G.W. Pabst usaban en los primeros años del cine sonoro.
El faro’ hunde su historia intima en la mitología, el fuego , Prometeo, la luz en la cima de la torre , la esperanza , la inmortalidad, el deseo, la pasión, la venganza .
Mitología, secretos, y una visión de los abismos de la locura que también se inspira en Edgar Allan Poe y HP Lovevraft . Sin olvidar a Herman Melville . Todo ello servido por unos magistrales Pattinson y Dafoe que sostienen la película con sus miradas, sus gestos, sus acciones que la pantalla atrapa , gestualiza y logra impresionar al espectador .
El faro es una película densa, tal vez excesiva en algunos momentos ya que un cierto artificio es inevitable en una película concebida de este modo , pero se trata de una propuesta original, diferente y con una apuesta decidida por un estilo personal alejado del cine contemporáneo más convencional . Eggers por supuesto no es Lang ni Murnau ni Dreyer , sin embargo las imágenes de su película poseen una capacidad fascinadora que ni siquiera sus más acérrimos detractores le podrían negar . Aunque estén rellenas de guiños autorales, encuadres complicados, referencias mitológicas y escenas espesas , complejas en su simbolismo y significado .
Pero ‘El faro’ acaba lastrada precisamente por este alarde continuo de vocación autoral, como ha escrito con acierto Eulalia Iglesias : la calidad de cada una de sus partes sobrecarga el resultado final, de manera que nos encontramos ante una película más pensada para ser admirada que para ser disfrutada.
Pese a todo el buen cinéfilo podrá admirarla aun siendo consciente de sus limitaciones .