Luis Bru.
Nos ha llegado un comentario de los amigos de Cósima Ramírez que tiene relevancia pública por lo que demuestra de dificultades económicas en El Español. Según estos amigos y amigas, a Cósima le regalaron para reyes un caballo y se le ocurrió pedir, también para reyes, a Pedro J Ramírez que le regalara la silla de montar, a lo cual el interfecto se mostró abierto.
Se iban aproximando las fechas, y Cósima se dispuso a que su padre cumpliera su palabra. Pero Pedro J Ramírez debió echar cuentas y se puso de mal café, porque cuando llamó Cósima se encontró con un Pedro J Ramírez muy diferente. Por de pronto, le dijo que se la pagara su puta madre (referencia nada velada a la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada), que estaba muy arrepentido de haber sido tan generoso con Ágatha y con Tristán y Cósima en el divorcio, lo cual muestra las malas maneras de Pedro J, que dice una cosa en público y otra en privado, y ha procurado por hacerse las fotos con sus hijos como si nada pasara, pero la procesión y el resentimiento va por dentro.
Según nos cuentan los amigos y amigas de Cósima, inmediatamente Pedro J Ramírez perdió los papeles, y empezó a desproticar: que El Español consumía mucho dinero, que a este paso se va a arruinar, que está con el agua al cuello. Pero a Cruz Sánchez de Lara si le ha dado para regalarle dos pisos en el Barrio de Salamanca. Mantener a Cruz, ahora que no saca ni para pipas, de su despacho de abogados, cuesta una pasta.
La historia no acaba bien, como la propia vida de Pedro J. No recibió su silla de montar como regalo de Pedro J y encima se llevó un chorreo.