Luis Bru.
Julio Ariza invoca a Dios para pedirle poco menos que explicaciones: «¿Dios mío, qué te hemos hecho?». De sobra lo sabes, deja a Dios en paz. Por cierto que tu segundo Diego Martínez Perán se refería a ti blasfemamente con el apelativo «dios», «dios no se equivoca», «dios siempre tiene razón». ¡Cómo andan las cabezas! Y luego echamos la culpa a Dios. «Eso es lo que nos está pasando: que España se acaba de adentrar en un horizonte político bolivariano», asevera Julio Ariza. Han fallado todas las instituciones, se lamenta el cínico, pero es que el sistema está podrido -y tú, Julio-, no hay división de poderes ni por asomo, y además os habéis dedicado a presuntamente a robar y a quebrar a las Cajas de Ahorro, como el préstamo mancomunado que te concedieron las del PP, que ya no existen, y de las que no devolviste ni un euro.
El horizonte es bolivariano,,,Pero ¿vamos a ver, quién lanzó al estrellato a Pablo Iglesias? Fuiste tú, Julio Ariza. Dejemos pasar el presunto lanzamiento de bienes, que te estallará más pronto que tarde, cuando Farnesio Ventures SL muestre la gran mentira que lleva dentro, una presunta subasta amañada, por la que tú estás más presente que nunca en el El Toro TV que se parece como dos gotas de agua a Intereconomía. Cuando, por ejemplo, José Luis Hernández de Arce sea inhabilitado por su gestión de consejero delegado en Polaris World, como le pide el adminisrador concursal. O alguien decente de la Agencia Tributaria, la Seguridad Social o el Fogasa impugne la subasta. De los Bancos que se han quedado a dos velas con sus elevados préstamos no cabe esperar gran cosa, Al fin y al cabo, tú eres del sistema, aunque te vistas de Vox, Ariza te quedas.
Pero, ¿quién puso en marcha ese horizonte bolivariano, que tanto te preocupa, y con razón? Fuiste tú, Julio Ariza. Todo empezó un 15 de mayo de 2011, con la manifestación de los indignados en la Puerta del Sol. Te fuiste hablar con Mariano Rajoy y vistéis que os convenía aquel grito de «PSOE y PP, la misma mierda es», que eran de izquierdas y que dividiendo el voto del PSOE, les daba la victoria al PP, por la Ley d’Hondt, durante los próximos años y a seguir trincando que son dos días. Las cámaras de Intereconomía hicieron un inusitado despliegue para emitir en directo las 24 horas del día. Dejaste fuera tú programación, la de tú tele, y te pusiste a hacer entrevistas de calle y crónicas, y a los jóvenes periodistas que lanzaste a la vorágine estuvieron a punto de partirles la cara, cosa que te hubiera gustado mucho, para mostrar lo violentos que eran.
Luego, más tarde, llevaste a El gato al agua a un oscuro profesor de Políticas que llevaba una vida sórdida con unos programuchos en su productora, pagada por los ayatolás y el chavismo. Pensabas lo mismo: que dividían el voto socialista y le daban la victoria al PP para los restos, que Mariano Rajoy estuvo de acuerdo, y tú por Rajoy bebías los vientos, siempre dispuesto a hacer el juego sucío del PP. Pablo Iglesias lo lanzaste tú, dándole, alma de cántaro, una ventana televisiva semanal. donde exponer parte de sus mensajes, sólo parte para hacerlos transversales. Y de ahí dio el salto a otras televisiones.
Así a qué viene preguntarle a Dios ¿qué le hemos hecho para merecer un horizonte bolivariano?. Mejor pregúntate qué has hecho tú. Sin ti Pablo Iglesias nunca habría sido nada, Tu cinismo, Julio, no conoce límites.