Luis Bru.
La 1 se ha empeñado en poner en las noches electorales a Pedro J Ramírez, quien manfiestamente chochea y tiene un afán de protagonismo desmedido, hasta hacerse insufrible e insoportable. Para Pedro J Ramírez, que levita, los resultados electorales dan para la gran coalición que él ve con «Pedro Sánchez de presidente y Pablo Casado de vicepresidente», de modo que el centro «es el PSOE, el PP y lo que queda de Ciudadanos».
En realidad, Pedro J tiene la manía de la influencia y últimamente no da ni una y hay que soportarle sus alucinaciones de abuelo porreta. Lo que ha sido en sus decrépitos últimos tiempos es asesor informal de Albert Rivera y así le ha ido a Albert, hecho un guiñapo, un juguete roto. Pedro J es un fracasado que vende consejos que para sí no tiene y es tan inútil que es gafe.
Como anda gagá, se remonta a los tiempos de la UCD y de Fernando Abril Martorell. Y escucha lo que le da la gana. Cuando Pedro Sánchez habló de no reunirse con los que fomentan el odio, con referencia clara Vox, a Pedro J le hubiera gustado oír que se refería a Vox y «a los que han hecho arder Cataluña». Incluso en aras de algún tipo de concordia estúpida no da importancia al veto de Vox a su digital. Este no tiene ningún principio y no está dispuesto a luchar por la libertad de información, de forma que su autoinvestida condición de periodista orgánico del Ibex y de los poderes fácticos que los vetos los empezó Podemos. A este, ya se sabe, le gusta que le meen. Y en los posibles y presuntos pactos, cogiendo carrerilla, cuela a Bildu.
La última perla garrula: «de no ser por Vox, hoy Pablo Casado hubiera ganado». Luego dice el mantra manido que los populismos «dan soluciones sencillas a problemas complejos». Pues más sencillo que ese análisis garbancero. Toma, y si no se hubiera presentado Unidas Podemos y Más País otro gallo nos cantaría. Pedro J no da una y cambia la realidad a su antojo. Pero no sirve ni como manipulador, Está para una buena residencia de ancianos.
Y su afán de protagonismo es proverbial y paradigmático. Se despiden ya Carlos Franganillo y la inevitable y sempiterna Ana Blanco y va e interrumpe Pedro J para contar un chascarrillo sobre las terceras elecciones. Todo sea con tal de decir la última palabra. Deberían evitarnos el bochorno y a él el ridículo.