Luis Bru.
Con toda seguridad no hay personaje más detestado en Libertad Digital SA que Javier Somalo. Todo el personal le aborrece. Le pusieron el mote de Papichulo porque consideraban que era un prepotente y un chulo. El mote lo dice todo. Estableció una conducta que se conocía como las «puritadas». El y Dieter Brandau citaban en su despacho a gente para echarle la bronca mientras se fumaban una caja de puritos. Penoso, saltándose la ley que prohíbe fumar en locales cerrados y específicamente en los lugares de trabajo
También se ha filtrado miles y miles de SMS en las tertulias y hasta en el programa Debates en Libertad de Javier Somalo, que se emitía en diferido los sábados por la noche. Ese fue uno de los incontables absurdos que llevaron la televisión a la quiebra. No entraban apenas mensajes (cinco o seis la mejor de las noches), pero tenían a un empleado de guardia para pasarlos e inventarse el resto. Todo por el ego del hombre este.
Vamos a ver en qué consisten las «puritadas», remedo de la Santa Inquisicion liberal. Lo cuenta Miquel Roselló, cuyo único pecado capital es trabajar en el programa de César Vidal. Seguro que César Vidal no contemplaba, cuando se marchó, que tomarán medidas contra el personal que trabajaba con él, un gesto de sectarismo y persecución propio de chequistas.
Aquí va un extracto del relato de Miquel Roselló: «La tarde del día siguiente empezó de forma similar hasta que Dieter Brandau, con sus andares como de chulo de feria, vino a verme a mi mesa para llevarme al despacho de Javier Somalo, que esperaba sentado detrás de la mesa demacrado, desafiante y con cara de vinagre. Allí, fui testigo paciente de lo que los trabajadores de LD conocen como “puritadas” o lo que algunos también llaman “gestapos”. Lo de “puritadas” viene porque en cada sesión entre los dos se fuman media lata de Café Creme (sí, como siempre han sido jefes todavía no se han enterado de que está prohibido fumar en las oficinas). Lo de “gestapo” no creo que haga falta que lo explique, habla por sí mismo. La “puritada” busca, como ya me habían prevenido, atemorizar al empleado y predisponerle a hacer lo que ellos quieren».
«En dicha reunión me ofrecieron “pactar mi despido” o “arrepentirme”. Yo, que estoy a bien con mi confesor, consideré que no debía arrepentirme de nada de lo que ya había dicho en mi Twitter personal (ahí está para quien quiera consultarlo), pero tampoco pactar mi despido, aunque entiendo que cualquier empresario puede despedir a un trabajador si así lo tiene a bien. Aquella reunión me pareció surrealista, continúo sin entender qué hacía allí el director de los servicios informativos (Brandau) y el subdirector del digital (Dani) tratando un asunto de la radio con un trabajador contratado por Cronos Multimedia (productora de la antigua televisión de LD). Tal vez con mi “arrepentimiento” (esa fue la palabra) tan solo pretendían salvar mi alma corrupta, aquello me recordó a un tribunal del Santo Oficio».
«Se tomaron dos días para “decirme” lo que yo ya sabía, al término de los cuales Luis Rodríguez, el director gerente, se puso en contacto conmigo para que fuera un poco antes de empezar mi jornada laboral. Mis papeles del despido ya estaban preparados, firmé y al día siguiente lo dejamos todo arreglado. Al salir me crucé con Javier Somalo y bajó la cara. Sorprendente cambio de actitud, de la arrogancia a la vergüenza en 48 horas. Algo muy suyo por cierto. Todos los que han salido de ahí han tenido un cruce similar con él».
«Incluso alguno me ha escrito atemorizado por lo que pueden hacerle si le lleva la contraria “a los jefes”. Los jefes son, por si no había quedado del todo claro, Dieter Brandau y Javier Somalo. Esa situación de temor y delación es algo de lo que no eres plenamente consciente hasta que estás fuera de la empresa y tu alquiler ya no depende del cambiante humor de estos dos». Cualquiera diría que Libertad Digital SA es la Alemania nazi o eso parece.
Javier Somalo es muy aborrecido, con buenas y muchas razones para ello, y además todos lo consideraban un tipo incompetente. Se llegó a rumorear que aparte de las preguntas falsas que mandaban a su programa nos habían echado de youtube por poner imágenes que estaban sujetas a derechos. Gracias a este patinazo colosal perdieron decenas de miles de espacios colgados en internet. Muchos – entre ellos programas de César Vidal muy buenos de Historia – desaparecieron de youtube.
Pero porqué este par de pelotas insulsos e incompetentes, que todos los días están puntuales a las 12 horas, cuando termina Federico Jiménez Losantos, hasta ser conocidos por la pareja de las 12 en punto, Javier Somalo y Dieter Brandau…La única razón lógica es que Javier Somalo consideraba que él y Dieter eran los únicos que tenían que estar cerca de Federico Jiménez Losantos. En otras palabras, seguramente no era nada personal y le hubiera puesto la proa a cualquiera que anduviera cerca de Federico Jiménez Losantos, pero ¿quién sabe? Así se escribe la historia, con dos incompetentes proteicos.
Javier Somalo lleva años guareciéndose en su despacho de director general, sin contacto con la gente, aislado, sombrío, taciturno. Siempre anda muy sobrecargado y tuvo problemas de salud muy fuertes incluida una hemorragia estomacal. Siempre se ha sentido rebasado. Ser sobrino de un cardenal (Eduardo Martínez Somalo), haber pasado por la UGT, aterrizar por allí y – nos tememos – acceder a turbios secretos que nadie o pocos conocen debe crearle una úlcera al más pintado. Conciencia tranquila, no creemos que tuviera nunca, pero a saber…
Ultimamente. Losantos cita con frecuencia los artículos de Javier Somalo, puede ser sostener su moral que està muy baja, Lo que no es porque sean buenos porque son obviedades, pero es que a Federico Jiménez Losantos ya no le queda nadie. Ya no están Javier Rubio ni César Vidal. Dieter Brandau no escribe y en las tertulias van quedando sólo empleados de la casa y amigos-as quizá porque no se puede pagar a nadie más.
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