Luis Bru.
El Español está teniendo una alarmante e inexplicable subida de audiencia, a la que ya se está buscando explicación. No ha dado ninguna exclusiva reseñable; de hecho, no ha dado ninguna exclusiva; no se percibe ninguna líne informativa que justifique el ascenso; todos los datos inducen a pensar en un descenso, al igual que Ciudadanos, partido que hace de referencia de El Español, y que está en caída libre en las encuestas, sin suelo.
Lo cierto es que el contador oficial Comscore ha pasado en octubre de 2018 de contabilizar 1o.698.000 usuarios únicos (por debajo de OK Diario de Eduardo Inda con 10.883.000 usuarios únicos), a 11.973.000 en marzo de 2019 y a 15,4 millones en julio de 2019, superando a El Confidencial, con 14,4, situándose como el primer digital nativo. De repente, ha superado con claridad a OK Diario, con 10,6 millones en julio de 2019. «Esto es imposible», señalan fuentes del sector, «Pedro J no ha hecho nada para que suba de audiencia, no da una noticia, nadie le cita, está desaparecido».
Cierto que El Español hace una grosera trampa en la audiencia al sumar la de nueve portales: Diario de Avisos, Crónica Global, Navarra.com, Bluper, Omicrono, Cocinillas, Android Libre y El Bernabéu. Y le cuesta mucho dinero. Pero eso no explica la escadalosa subida última. También en octubre y noviembre el propio contador Comscore le descontó 300.000 usuarios cada mes. Rambla Libre ha detectado llamadas inquiriendo por la entrega en navidades de lotes de granadas ilicitanas de la Dama de Elche. Se da la circunstancia de que el director de Comscore Iberia, Jaime Agulló, es familia de Jaime Agulló, de Jaime Agulló SL, que funciona con la marca comercial Dama de Elche. El Español no ha dado ninguna información sobre esa investigaciñon periodística, por lo que o bien no ha encontrado nada raro o podría estar utilizando esos datos para obtener algún tipo de beneficio, como inflar sus niveles de audiencia.
El tema es tan sorprendente, y escandaloso, que en el sector ya se habla de un hacker encargado de inflar la audiencia de El Español o de cualquier otro trampa informática. Conocida es la obsesión compulsiva de Pedro J por la audiencia. «Este tío no tiene escrúpulos morales a la hora de hacer trampas», señalan fuentes solventes de la competencia.