Luis Bru.
Federico adolece de una pérdida del sentido de la realidad, aunque, según fuentes solventes, viene de años. Federico Jiménez Losantos está tocado desde la última temporada de COPE al menos. Sufrió un acoso terrible y a todo se sumó que los obispos decidieron ofrecer su cabeza a Zapatero en bandeja porque ya no les servía ni como tonto útil. Ya entonces comenzó a tener serios problemas para ver las cosas con un mínimo de realismo.
En Es.Radio empeoró todo. Pedro J lo traicionó quedándose en COPE y a pesar de lo mal que lo hizo Nacho Villa en la Mañana – del que, por cierto, no sabemos, en el plano periodístico, qué ha sido después de que dejara de gobernar María Dolores de Cospedal Castilla-La Mancha – no volvieron a llamarlo. En medio de esa situación, buscó – al menos en parte, inconscientemente – huir de la realidad y rechazó de manera terminante la verdad para escuchar sólo a los aduladores, Javier Somalo y Dieter Brandau. No se enteraba de muchas historias, pero es que además no se quería enterar y seguía sumergiéndose en ensueños de regresar a COPE.
De lo deteriorado que estaba es buena muestra que cuando se produjo la marcha traumática de César Vidal llegó a decir que entonces el regreso a COPE sería más fácil porque ya no estaba yo. Eso es lo que los americanos llaman wishful thinking. No hace falta que contar lo que ha pasado en COPE. Herrera se ha atornillado, pero es que aunque no fuera así, jamás llamarían a Federico Jiménez Losantos. Entre eso y las malas cifras no ha debido pasarlo nada bien en los dos o tres últimos años en especial. De hecho, en una reunión llegó incluso a decir «la cagamos el día que dejamos que se marchara César Vidal». De ser cierta la anécdota y nos aseguran que lo es, no puede estar más apartado de la realidad porque traslada sobre todos lo que fue responsabilidad más que directa suya ya que consta que César Vidal le escribió marcándole los términos para seguir en aquella casa.
Con todo, y a pesar de que se resiste a ver las cosas, examinando el video que ha grabado para celebrar el 10 aniversario no puede ser más ridículo e inverosímil. Se nota a la legua que no se cree nada de lo que dice. Cualquier mañana, para decir el tiempo que va a hacer en Huesca se le ve más convincente. En cuanto a la gente que lo ha felicitado por el aniversario, no se ha querido sumar nadie. Se han limitado a Carmelo Jordá – que pasa a su tertulia y es de la casa – Luis del Pino y Mariano Alonso, que anda buscando que lo asciendan desde hace casi diez años. De fuera, sólo Javier Gómez de Liaño – que es el abogado de Losantos – ha escrito algo positivo. No está el horno de la realidad para el bollo del décimo aniversario.