Luis Bru.
El paradigma de todos los errores las empresas de servicios ideológicos es El Español de Pedro J Ramírez: el timo a los accionistas, ya que el repartir dividendos no es el objetivo sino alguna ignota satisfacción por seguir al gurú, y la depredación de la empresa por su accionista mayoritario que actúa como falso empresario dedicado al mero enriquecimiento bpersonal.
De hecho el primer Plan de Empresa sólo se ha cumplido en lo referido a sus elevadas retribuciones que lastran la empresa decisivamente. Ha pérdido en el cuarto año del proyecto, en 2018, la friolera de 444.251 euros, cuando dijo que en el tercer año tendría beneficios. Falso. Los costes de personal están en 4,806,914. Y se apunta en el activo un impuesto diferido de 2,588.o26. No se lo cree ni él ni la auditoría de KPM. Además, los ingresos por suscripciones van en franco descenso: unos escuálidos 586.556 euros y bajando. El propio Pedro J Ramírez da la estrategia fracasada, la segunda vía de financiación. Naufragio en el ridículo. Ni revoluciones en internet a lo Steve Jobs ni gaitas gallegas.
Lo único que se ha cumplido del Plan de Empresa es lo referido a Pedro J Ramírez que contemplaba la recuperación de su inversión. Pedro J Ramírez, según fuentes internas solventes, se puso un sueldo de un millón de euros anuales; retribución que nadie le iba a discutir porque él era el accionista mayoritario y el proyecto era suyo; en un momento dado tomó la decisión de bajar el sueldo a la cúpula directiva, cinco en total, pero a él le representó poco. Los accionistas minoritarios, los que acudieron a la llamada del gurú, fueron directamente timados pues les vendió sólo participaciones que no se pueden vender. En los accionistas de referencia, consta que Carlos Mattos, 900 mil euros, quiso vender sus acciones y Pedro J Ramírez y Cruz Sánchez de Lara, que es la que manda produciendo efectos devastadores, le dijo que no había nadie interesado en comprarlas, ellos los menos interesados.
El Español tiene prevista una ampliación de capital cuyo objetivo inconfesado es pagarle el sueldo a Pedro J y cuyo resultado final previsible es perder todo lo invertido. Hay que extraer lecciones de lo sucedido, Pérdidas y más pérdidas salvo para Pedro J Ramírez. Así que ya saben, cuando abra el banderín de enganche, acudan a fondo pérdido o inviertan en algo rentable. No se dejen timar,