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Losantos es gafe, como se demuestra con su protegida Cayetana Álvarez de Toledo, y ya produce risa

Redacción




Luis Bru.

Por supuesto, no existen los gafes, pero sí los inútiles que lo estropean todo. Federico Jiménez Losantos puede ser considerado gafe al cuadrado, en esta acepción. Nadie como él ha hecho tanto por dividir a la derecha, nadie como él ha hecho menos por luchar contra la corrupción. ¿Cómo podría? Al fin y al cabo, se vendió a Bárcenas por 410 mil euros de la caja B del PP puestos en la primera ampliación de capitales y 700 mil de una Fundación hecha exprofeso por la CEIM de Arturo Fernández. La solución para los males de la derecha, que son muchos y en todos tiene que ver la derecha pagana de Federico, es que «me den licencias», como les dijo, a micrófono abierto, a los del PP andaluz. Que él se basta y se sobra para dar «la batalla al marxismo cultural», que para eso ha sido comunista del PSUC y de la maoísta Organización Comunista de España-Bandera Roja, aunque militante de tres al cuarto, pero eso viste mucho en una derecha acomplejada, porque de complejos sabe mucho Federico. Es tan gafe que ya produce risa,

Risto Mejide, cuyo programa tiene efectos devastadores sobre el endeble prestigio de la derecha mediática oficial, una auténtica escombrera, le tiene dedicada una sección para la hilaridad: Losantos things. Hicieron allí mención del debate en el Congreso con opiniones más propias de un payaso que de un comunicador serio. Algunas tienen un pase. Sobre Pablo Casado: «Es probablemente el mejor orador que ha tenido la democracia siempre que no coja un papel, como coja un papel es casi tan peñazo como Mariano». Sobre Albert Rivera: «No estuvo muy bien. Recordemos aquella sesión cuando sacó la tesis del presidente cum fraude. Hay veces que Rivera está killer». Sobre Pablo Iglesias: «Sale de masoquista: machàcame, tritúrame, he comido barro, me he quitado de todo, ya ni fumo, azótame hasta sangrar». Sobre Pedro Sánchez: «Y el otro blghblgh. Estaba ayer basto. Su Iván Redondo que era ayer on y empieza uahhh, mozo de mulas uahhh». ¿Este es el nivel de la crónica parlamentaria? ¿Cómo aspirar a que mejore el nivel parlamentario si el periodístico está tan bajo?

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Este tío es gafe. Según el CIS Pedro Sánchez obtendría el 41,6 de los votos, mientras que en las elecciones sacó el 28,68% de los votos, y a este paso, con críticas como la de Losantos, se va a la mayoría absoluta. Porque tiene fácil vender que no quiere depender de los separatistas y pide un voto transversal a favor de la unidad de España y contra la autodeterminación. Los de Pablo Casado subirían del 13,7% del último barómetro al 16,25% que le otorga esta encuesta. Ciudadanos seguiría en la misma posición de ese último CIS, cuartos con un porcentaje de intención de voto del 10,36%, frente al 12,3% de julio. Está en caída libre y va a despeñarse, para disgusto de Pedro J Ramírez, por ser incapaz de entender que el centro debe ser capaz de pactar con unos y con otros, de dar estabilidad a la nación. Y si veto es a Pedro Sánchez, ¿por qué le quiso hacer presidente del Gobierno? Unidas Podemos y Vox se mantendrían en resultados similares respecto al barómetro de julio. Los de Pablo Iglesias pasarían del 13,1% de julio al 12,4% de ahora y los de Santiago Abascal se mantendrían en el 4,6. Lo cual no quiere decir que saquen los mismos escaños, porque al concentrarse el voto en el PSOE y menos al PP las otras formaciones pueden perder escaños.

Pero vamos a la condición gafe de Losantos archidemostrada. Ahora tiene su política de cabecera en Cayetana Álvarez de Toledo, la estirada que ha fichado a Rosa Díez para la estrategia de España Suma. La primera en la frente: el resultado de Barcelona es deleznable; un único diputado. Antes, apoyó a Ángel Acebes y a Eduardo Zaplana y les ha ido de pena, con merecidos calvarios judiciales y groseras acusaciones de presunta corrupción. Cayetana Álavez de Toledo asume el discurso de Losantos y hace el ridículo. Lo ha hecho con referencia al PP vasco al que ha acusado de haber adoptado “posiciones más tibias frente al nacionalismo”, una “operación” que, dijo, “ya ha fracasado”. Le ha contestado demoledoramente el líder del PP de Guipuzcoa, Borja Samper: “Mientras algunas caminaban sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida”. Y ha pedido que rectifique, lo que no ha hecho Cayetana.

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Pero, sobre todo, apoyaba a Esperanza Aguirre, la Thatcher española, a la que iba a llevar en volandas a la presidencia del Gobierno y resulta que ha quedado en nada e investigada como presunta jefa de una mafia que se dedicaba a depredar los fondos públicos a favor del PP que financiaba sus campañas a las que acudía dopado. También muestra predilección por Isabel Pérez Ayuso y ya tiene montada una comisión de investigación y una denuncia judicial sobre el caso Avalmadrid que suena muy mal. Losantos a quien apoya lo hunde.

Por cierto, una colleja al digital Merca2 que, con motivo del décimo aniversario de Es.Radio, hace un recopilatorio de las declaraciones de César Vidal a Rambla Libre, pero se le ha olvidado citar.