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Julio Ariza y Losantos: ¡A llorar al Muro de las Lamentaciones!

Redacción




Luis Bru.

Sale Julio Ariza, en plan llorica, que se le ha ido a negro durante medio hora, porque, claro, no tiene para renovar los equipos y pasa la gorra: «¿Nos ayudas?» Pues va ser que no. ¡Tendrá cara el tío! Pregúntele a Alfonso Arteseros que hace este marabarista para que siempre termine en su bolsillo. Alfonso Arteseros puso los vídeos de España en la memoria y Julio Ariza los cobró y se quedó con todo. ¡Más de 200.000 euros le debe por sentencia judicial y le ha estafado dos veces y en una Julio se echó a llorar para hacer más creíble el timo de la estampita!

El argumentario o relato o cuento chino es que el pobrecito, parece que nunca ha roto un plato, ni ha dejado sin pagar una deuda o una nómina, y que lucha contra el duopolio -Atresmedia y Mediaset, Antena 3-La Sexta y satélites y Telecinco-La 4 y satélites- que arramplan con el 80% del mercado publicitario -Julio dice el 90% para dar pena- y no le dejan a él ni las raspas. Osea que, chantaje emocional, o le dan 14 euros al mes, que es una pasta, o tendrá que irse a negro. Este se va ir a negro las 24 horas al día por inútil, manirroto y peor gestor.

No siempre fue así, pero Julito tenía ansias por ocupar su sitio en el sistema, y no había quien le entrara en razón, hasta contratar la exclusiva de la publicidad con una agencia del duopolio y ganar un concurso con los de Vocento-Telecinco y llevarse una licencia que a la venta le representó sus buenos millones de euros.

Conviene aquí recordar cuando compró la televisión de Expansión por un euro, más las deudas, que eran un pastón y sesenta en redacción. Y ya estaba quebrada Intereconomía. Su historia es una alocada huida hacia adelante. Julito se especializó en comprar por un euro más las deudas, y así se hizo con La Gaceta de los Negocios, que tenía ek 2% de la COPE, que lo que quería era que Rouco y los obispos le dieran a él la gestión de la cadena episcopal por el morro; pero esa es otra historia que les contaré un día de estos.

Reunió a todos los comunicadores y les dijo que les iba a hacer ricos y famosos y se sucedieron una tras otra las intervenciones, a cual más aduladora; se llevó la palma Ramón Pi quien dijo que a Julio Ariza se le debía querer como a una esposa aunque, a veces, no se le entienda. El único que se salió de la norma fue Enrique de Diego que cuando fue interpelado por no haber hablado dijo que ‘la gente está esperando e intesada en que hables tú, Julio’. Porque ya había manifestado su opinión contraria a la adquisición: no debía hacerse con más redacción cuando en Intereconomía había gente sin hacer nada. Mejor enseñar a los ociosos -había una revistucha que lleva Josep María Francás, y que se le vendía al peso, no sé cuantos ejemplares al político que se sacaba en portada: todo un ejemplo de periodismo «independiente»- y ajustar costes, pero Julio Ariza no siguió tan prudente consejo, sino que lejos de ello montó en cólera. Entonces Julio Ariza era el niño mimado del Ibex 35 y de Telefónica y de César Alierta y de las Cajas, que quebraron las cuatro que le dieron un crédito que nunca pagó, y no se acordaba del duopolio ni de pasar la gorra indecentemente. Así que no le den dinero y que arriesgue su patrimonio, que lo tiene a buen recaudo, custodiado por la demasiado fiel secretaria Ana Roldán.

Otro inútil total con las cuentas hechas unos zorros, consejos vendos que para mí no tengo, es Losantos, otro crítico del duopolio y que no tiene empacho es pedir licencias de radio a micrófono abierto. En tanto que comunicador que se presenta como un guía moral es preciso someter a escrutinio su relación con la verdad. Losantos miente de una manera patológica, y cuando media su interés, lo hace de manera compulsiva e irrestricta. Su entrevista amable al jefe en el programa “Tu dinero nunca duerme” (el que no duerme es Manuel Llamas, colocado por Javier Fernández Lasquety en la Comunidad de Madrid), en la noche del domingo de Es.Radio, fue una sarta de mentirasLosantos, que no ha hecho más que hacer perder dinero con Libertad Digital SA (César Vidal: “perdí muchísimo dinero”), llegó a aventurar que piensa rentabilizar la empresa mediante la comercialización de los podcast cuestión que ya hace, pero, al parecer, ni se entera.

Pero donde ya rizó el rizo y se superó a sí mismo en la más grosera mentira fue cuando culpó “a los políticos” del estruendoso fracaso de Libertad Digital TV. Recordemos ese momento estelar del hundimiento en la más sorprendente mentira. Como suele suceder en los manipuladores, Losantos comenzó reconociendo el error. Un hecho sorprendente. Es probablemente la primera vez que Federico Calamidad hace tal cosa. Es ese tipo de personas que tienden a considerar que ellos nunca se equivocan, en sus vaivenes, y que son los demás los que están siempre en el error: que era bueno ser comunista cuando él lo fue, y antifranquista, aunque ahora recuerde que estudió gracias a las becas del franquismo o que diga que había “una formación profesional espléndida” o que “Franco edificó la clase media sobre la educación” o que ahora Alberto Ullastres sea un prócer, discípulo predilecto del Padre Juan Mariana, antes, más y mejor que Juan Ramón Rallo. Todo eso lo ha dicho mucha gente cuando Losantos andaba jugando a la oca de error en error. En el siguiente artículo veremos cuando se le ocurrió presentar a Manuel Azaña como la referencia ineludible de la derecha española.

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Volvamos al error, inmenso error de Losantos“La única vez que me he equivocado ha sido con la televisión”. Con este reconocimiento trata de desarmar al oyente, porque de inmediato se autoexculpa y endilga la responsabilidad a otros, en este caso a los políticos. “Mira que yo sé que los políticos son malos, por qué llegué a pensar que iban a respetar sus leyes cuando abrieran las televisiones. Palmamos una barbaridad, salimos de milagro y ya nos hemos recuperado”. De toda esta perorata, la única verdad está contenida en la frase “palmamos una barbaridad”. No se salió de milagro, sino porque César Vidal vendió las cinco licencias de TDT de la provincia de Madrid por más de 3 millones de euros a Trinity Broadcasting Network, sin cobrar comisión alguna y teniendo que ver como Federico Calamidad no tiene palabra y no cumplió el compromiso de gastar la calderilla en mejorar los sueldos más bajos. Y lo de que nos hemos recuperado es una broma macabra: 1 millón de euros en los dos últimos años, dos ampliaciones de capital y unos agujeros negros en la contabilidad que ponen los pelos como escarpias.

Mimado por los políticos y chapoteando en las cloacas de la corrupción

En qué sentido los culpables fueron los políticos…No se entiende. No hay base alguna en esta parida infame. Los políticos, concretamente Esperanza Aguirre y el PP madrileño, le hicieron donación de cinco licencias de TDT que, como hemos visto, representaron en sí un pelotazo de más de 3 millones de euros, que dan para un pasar y para hacer viable una empresa. Un alma gemela como Julio Ariza suele utilizar el mismo subterfugio, aunque, según el informe inventario del administrador concursal, Intereconomía está quebrada desde 2010, lo que no fue óbice para que ese presunto estafador, ahora tan amigacho de Santiago Abascal, siguiera comprando medios por un euro más las deudas. Ariza funcionaba respecto a expectativas con los “políticos” y concretamente con Mariano Rajoy (memorable su llanto en el hombro de Alfonso Arteseros para estafarle por segunda vez). ¿Se refiere a algo parecido Federico Calamidad? ¿Se había generado expectativas que no se cumplieron? El más genuino representante del liberalismo egipcio todavía se queja después de que Luis Bárcenas abriera la caja B del PP para comprar acciones de Libertad Digital SA por 410.000 euros y la Fundación de CEIM otros 700.000 euros. Y lo que no se sabe todavía. A Losantos los “políticos” le han mimado y Federico Calamidad ha chapoteado en las cloacas de la corrupción. ¡Cuesta mucho dinero oscuro del contribuyente mantener liberal a Losantos! ¡Y todavía este mentiroso patológico se va al Muro de las Lamentaciones!

Y viene al caso lo del Muro de las Lamentaciones porque César Vidal ha calificado de “plaga bíblica” a Dieter Brandau, responsable de que los accionistas “palmaran muchísimo” y de que uno de los más significados, el propio César Vidal haya sentenciado: “perdí muchísimo dinero”.

No, no fueron estos “políticos” genéricos e ignotos los que hundieron Libertad Digital TV sino la incompetencia supina, estratosférica de Dieter Brandau, la irresponsabilidad gestora de Federico Calamidad y la negligencia in eligendo del delincuente Alberto Recarte que actuó de mentor caprichoso del trepa Dieter. Una entrevista concedida por Dieter Brandau a Infoperiodistas el 6 de marzo de 2007 pone los pelos como escarpias respecto a la abrumadora frivolidad con la que Losantos ha gestionado su empresa y el dinero de sus accionistas (¡menos mal que vendí mis acciones antes de este desquicie!).

Veamos lo que dice Dieter Brandau, esa auténtica “plaga bíblica” mayor que todas las que cayeron sobre Egipto.  “He hecho lo mismo que en la radio, contar las noticias con mi estilo y adaptarme al medio. Poco a poco uno va aprendiendo qué es el prompter, que es el pedal, qué es el pinganillo por el que escuchas una voz que no es la de tu conciencia, sino la de la realizadora. Lo más difícil es recordar siempre que hay una cámara que te está grabando. Al contrario que en la radio, debes controlar tus movimientos: no puedes llevarte la mano a la cara, no puedes hacer indicaciones, no te puedes comunicar con el realizador por gestos. Hay que tener en cuenta que estás permanentemente observado”.

Es decir, que se puso al frente de Libertad Digital TV a un niñato que ni tan siquiera sabía lo que era el “prompter” y que tuvo que aprender que “estás permanentemente observado”. ¡Qué risa, tía Felisa! Asombroso, delirante, espeluznante. Y ¿alguien se atreve a invertir en esta pandilla de aventureros? Dicho coloquialmente, Dieter no tenía ¡ni puta idea! de lo que era una televisión y nadie se preocupó de darle unas clases prácticas, ni tan siquiera informarle de aquello de Marshall McLuhan de que “el medio es el mensaje”. ¡No me extraña que César Vidal haya dicho que aquello era un infierno y que estuviera a punto de morir en un delirante Consejo de Administración, como cuento en mi libro “La gran traición: Federico Jiménez Losantos apuñala a César Vidal en Es.Radio” (Amazon)!.

Ni el medio es el mensaje ni gaitas gallegas ni escocesas, Dieter Brandau, al que nadie dio ni unas míseras clases prácticas, asumió la dirección de una televisión en la más absoluta ignorancia pero como el pelota mayor de Losantos: “Es lo que uno espera ver en televisión, si lee Libertaddigital.com. Nuestro objetivo es no decepcionar a la gente que nos sigue en internet, ofrecerles lo que ellos están esperando. Queremos ser libertaddigital.com en una pantalla”. ¡Queremos ser libertaddigital.com en una pantalla! Nada de los lenguajes de comunicación. Nunca vi esa televisión, pero con este panorama aquello debía ser la casa de los horrores en modo muermo.

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Eso sí, el pelota Dieter Brandau en su entrevista con Infoperiodistas vende pseudoideología de baratillo, ayuna de profesionalidad y establece que la clave del éxito es ser un clon de Federico Calamidad. De esa forma, Brandau estaba dispuesto a perderse en el laberinto estéril de los agujeros negros de Luis del Pino: “¿cómo es posible que Telemadrid sea la única cadena que informa de los agujeros negros en la investigación del 11-M?”. Toma del frasco, Carrasco, con el petimetre. Atenta la compañía, que aquí lo borda: “los medios son culpables, absolutamente, pero hay medios mucho más culpables que otros, como los que acaban con la competencia a base de antenicidios”. Esto es lo que hay que hacer en el periodismo actual para medrar, y específicamente en Libertad Digital SA, decir chorradas pero que halaguen al jefe maricomplejines, que siempre anda necesitado. Me pregunto qué leches tenía que ver el “antenicidio” con Libertad Digital TV, para este audaz trepa que ni sabía lo que era el prompter cuando asumió la dirección de una televisión. ¿Está en su sano juicio Federico Jiménez Losantos o simplemente es un cachondo jugando a la ruleta rusa?

Lo que el niñato tenía claro era la filosofía base del gurú y la expende con la pasión del ignorante supino, como un entrañable papagayo: “Que la gente de izquierda no tiene ninguna superioridad moral o intelectual sobre las personas que no comparten su ideología”. Y todavía este maestro Ciruela, este incompetente proteico, que no tenía ni puta idea de nada, está dispuesto a dar lecciones: “existe una saturación de informativos opinativos que se hacen pasar por neutrales. Nosotros no engañamos a nadie, contamos las cosas como las vemos siempre respetando la verdad. Jamás permitimos una mentira, ni de terroristas suicidas ni de otros estilos, pero tenemos una línea editorial que marca nuestra información”.

¿Qué hizo mal Dieter Brandau al frente de Libertad Digital TV donde “palmamos muchísimo”, dixit Federico Calamidad? Acabaría antes diciendo que hizo bien.  NADA.  Gestionar una TV exige como mínimo dos cosas. Presentar una oferta atractiva y encontrar publicidad. Lo primero Dieter no lo hizo y fue reduciendo la parrilla a los programas de mañana, tarde y noche y alguna cosa que hacía su amiguito Javier Somalo, el presunto testaferro de Federico Calamidad. Programa en el que un propio ponía mensajes más falsos que un Judas de plástico para que pareciera que tenía audiencia. En el fin de semana repetía tertulias.

De publicidad sabía menos y colocó teletienda, anuncios de matarratas y astrólogos. Me consta que César Vidal protestó por tanto desatino que por la noche apareciera alguien parecido a la pitonisa Lola, lo que le parecía vergonzoso.  Pero no sirvió de nada.  Incluso Dieter Brandau se quejó de que necesitaba los anuncios de matarratas – que eran sobrecogedores – para mantener la TV.

El consenso unánime es que la verdad es que Dieter no tenía ni idea y, lógicamente, la TV se convirtió en una carga económica insoportable. La conclusión es que en el mundo de los medios ha habido malos gestores, pero lo de Dieter en Libertad Digital TV es difícil de superar.  El problema es que su ambición lo llevó a pensar que podía dirigir una TV de la misma manera que adulaba a Federico Calamidad. Era imposible. Naturalmente, Losantos podría y debería –para no dilapidar el dinero de los accionistas- haber buscado a alguien competente, pero para eso habría que haber empleado el dinero que se gastaba en amiguetes. La pregunta es tan sugerente como inquietante: ¿acaso una TV podía valer menos que Ayanta Barilli?  Para colmo, gente que empezó con la TV y que no lo hacía mal como Fernando Díaz Villanueva o Tomás Cuesta fueron apartados. Un desastre sin paliativos, que no hay por dónde cogerlo.

Lo sorprendente es que Dieter Brandau saliera limpio de polvo y paja y siga en la empresa. Y haya sido él el encargado de despedir a los demás. Es un dato que avala las sospechas de que, junto a Javier Somalo, conocen secretos inconfesables de Losantos lo que les concede impunidad.

Al llegar a este punto, se hace preciso recalcar que los responsables últimos de este glorioso desaguisado fueron el delincuente Alberto Recarte y el frívolo irresponsable Federico Calamidad Jiménez Losantos. En la entrevista amable del pasado domingo en Es.Radio, donde el peloteo fue vomitivo, Losantos mintió como un bellaco. ¿En qué sentido esos malvados “políticos” urdieron ignota conjura para fastidiarle a Federico Calamidad su pequeña televisión de la señorita Pepis y del niñato Dieter Brandau? Menos rollos, caperucita. Y ¿cómo a este personaje, que ni tan siquiera conoce la Ley electoral de España, se le ha llegado a dar crédito? Ya lo dijo George Orwell referido al editor Victor Gollanz, pero viene al caso: “Resulta aterrador que gente tan ignorante tenga tanta influencia”Tan ignorante y tan incompetente.