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César Vidal tiene toda la razón: Libertad Digital está para concurso de acreedores

Redacción




Luis Bru.

César Vidal es una referencia ética incontestable. Se marchó de la COPE a Es.Radio desestimando un contrato en condiciones muy ventajosas por dos años. Un gesto de lealtad y amistad brutalmente no correspondido. Se encontró con un Federico Jiménez Losantos enloquecido y alucinado que lo único que pensaba era volver a la COPE, sueño paranoico que seguramente no ha abandonado. Hoy César Vidal asiste a la realidad con “estupor y tristeza”. En lo personal, hay una gran frustración: “estupor porque me causan una pésima impresión y tristeza porque pienso en lo que pudo ser – o yo ingenuamente creí hace años que pudo ser – y resulta evidente que no ha sido ni por aproximación.  Es imposible no sufrir una desazón profunda al ver esos datos”.

Dice Julio César –Julio, no César- en su “Guerra Civil” que nada queremos creer que más que aquello que nos ilusiona. Nosotros hemos ofrecido los datos de la contabilidad de 2018 de Libertad Digital SA presentados en el Registro Mercantil, sin trampa ni cartón. ¡Ay de los hooligans!  Lo siento por ellos: Libertad Digital está para concurso de acreedores. César Vidal tenía toda la razón cuando decidió irse, tras perder “muchísimo dinero”, al entender que en Libertad Digital SA no había solución, tras no recibir respuesta a sus doce páginas de memorándum sobre lo que había que hacer para mejorar la gestión económica, que Losantos se había vuelto un autista o algo peor, un presunto corrupto que depreda su propia empresa. Que no se había hecho nada con los tres millones largo de la venta de la TV a TNB que él gestionó, salvo dilapidar el dinero.

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Las cosas no han otra cosa que empreorar, se han puesto en práctica auténticas presuntas tropelías, como esa broma pesada de la friolera de 3.481.495,72 euros que Losantos dice que le deben “a largo plazo” “otras empresas del Grupo, “Ahora bien, en la situación del grupo desde hace años, sinceramente, no consigo imaginar cómo otras empresas del grupo le pueden deber a LD casi tres millones y medio de euros.  No se me ocurre una sola causa razonable y legal”. Y lo que es peor: “tengo profundas dudas de que puedan devolver un solo céntimo”.

Respecto al impuesto diferido que Losantos se apunta en el activo, como si lo tuviera en caja, César Vidal considera, como no puede ser de otra forma, que “podría calificarse de ficción legal o de hipótesis optimista”.

Pero donde su estupor alcanza niveles de paroxismo es en el dinero que una radio casi local y un digital de tipo medio gastan en subcontratación y que lejos de limarse se ha disparado en un millón de euros: “por más vueltas que le doy no comprendo como se puede gastar casi seis millones de euros – ¡mil millones de pesetas! – en subcontratación”. Máxime cuando el coste personal es bastante considerable y no hace otra cosa que aumentar: “o se han subido los salarios de los trabajadores de manera espectacular o algunos están cobrando unos ingresos estratosféricos porque, de lo contrario, no logro ver cómo salen esas cuentas”. Se disparan aquí las alarmas y las sospechas: “se podría llegar a pensar que alguien se está llevando el dinero por la puerta de atrás”.

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La situación es tan alarmante, que cabe esperar que algún accionista tome cartas en el asunto, porque esto tiene todos los trazos de una presunta estafa. César Vidal lo tiene claro: “Si lo fuera en estos momentos, estaría pidiendo explicaciones de la manera más enérgica porque las cifras son muy inquietantes”.

Y, por supuesto, “yo, personalmente, no pondría un céntimo en LD, entre otras razones, porque ya perdí bastante en épocas que fueron considerablemente mejores”.

La historia de Libertad Digital SA es la historia de un Grupo muy mal gestionado, presuntamente saqueado, en el que, cuanto menos, la adulación y el favoritismo han hecho mella. Y en el que está pidiendo a gritos que algún accionista pide explicaciones ya. Antes de sea demasiado tarde, antes de que se entre en concurso de acreedores.