Luis Bru.
Del grado de sintonía da una idea que fue el único invitado a su boda, con su pareja, María Dolores Márquez. Javier Gómez de Liaño estuvo, ante el notario, cuando Pedro J escribió: «Cuando tantos quieren separarse, nosotros nos hemos unido para siempre con dos leones por testigos». Parece la dedicatoria de un recién casado y no de un hombre que ha pasado por dos divorcios. ¡Vaya cara más dura!
Los dos leones -en el lenguaje cursi de Pedro J- eran el exjuez de la Audiencia Nacional y la exfiscal. Durante el enlace, y después de la lectura correspondiente de los artículos del Código Civil, los novios se dedicaron dos largos textos escritos por cada uno de los cónyuges para el otro. Gómez Liaño hizo también sus pinitos: cerró el enlace con la lectura de otro texto de caracter literario que sirvió como brindis final.
Las relaciones se han enfriado. Javier Gómez de Liaño no está de acuerdo con la gestión empresarial del riojano, manifiestamente mejorable. Algunas fuentes especulan que la tirantez ha llegado al Consejo de Administración, que Gómez de Liaño podría abandonar. En buena medida, el distanciamiento se refiere a Cruz Sánchez de Lara, con cuya personalidad hay incompatibilidad. El primer paso: Javier Gómez de Liaño ha dejado de ser suscriptor. Uno menos, No va quedar, a este paso, ni uno.