Luis Bru.
Se te ha ido la olla. Hay un amplio consenso entre quienes te han conocido y tratado en que se ha ido la olla completamente. En que has quedado atrapado, enmarañado en el mito de la eterna juventud. Ya fue muy claro en el reportaje de Harpers Bazaar luciendo palmito con Cruz Sánchez de Lara como dos veinteañeros cuando estáis para no enseñas vuestras patética y maduras carnes y vivir vuestro amo, si es verdad, por pudor con discrección. ¡Qué afán de protagonismo!
Quieres ser permanentemente joven, ir de joven, parecer joven. Y eso es imposible, contradice el orden natural de las cosas. Mira, Pedro, hay que saber envejecer. Mira, Pedro, no querer envejecer indica que tienes pavor a la muerte. Y todos hemos de morir. Tú también.
Y has dado con la horma de tu zapato, con Cruz que no es una arpía pero lo parece con su persecución judicial de su primer marido, Juan Carlos Iglesias Toro, hasta llevarlo al oprobio -un año de cárcel, por una sentencia de género, presentada a los cinco años de un divorcio, generoso, por mutuo acuerdo- y prostrarlo en el lecho del dolor durante años, sometido a intervenciones quirúrgicas, a vida o muerte, hasta generar un pie equino. Ese Juan Carlos Iglesias Toro que no ve a su hijo Álvaro durante décadas por miedo a una demanda de Cruz que se produjo por los consabidos malos tratos psicológicos. Ese Juan Carlos Iglesias Toro que viajaba en coches de alta gama y comía en restaurantes de lujo y ahora vive de su pensión de dependiente y del sueldo de su esposa. Ese Juan Carlos Iglesias Toro que sentencia -tenga la validez que tenga- que «Cruz se lo inventó todo». Ese Juan Carlos Iglesias Toro que describió a Cruz como atacada de «ambición económica» inusitada.
Y Cruz que te lleva y te trae te está dirigiendo al desastre y a la ruina, a velocidad de vértigo. Dos casas en el Barrio de Salamanca a su nombre y apoderada de Inversiones Rosebud; el control de El Español, que tienes la desfachatez -¿demencia senil?- de decir que si a ti te pasa algo se quedará Cruz con todo…Cruz que, en periodismo, es una nulidad, que no tiene ni idea, que ni sabe hacer la o con un canuto.
La vida te ha sido grata. Has gozado de los placeres del éxito, el poder de la influencia. Has recibido un finiquito multimillonario. Y ahora chapoteas en el fracaso. Eres un pobre hombre manipulado. Un hombre que debió jubilarse y escribir sus memorias o un tostón de la revolución francesa, y se empeñó en reverdecer sus laureles y prometió la revolución en internet y ha hecho una cagada que precisa ya ampliación de capitales.
Y funcionas como si pudieras contar con todo, Tienes Pedro J hijos: María, Tristán y Cósima. Estás haciendo tierra quemada. Partes del error de que el dinero es tuyo para dárselo a Cruz, Y es también de tus hijos. Lo que haces es altamente inmoral y quizás ilegal; hay abogados para analizarlo. Alguien debería pensar en incapitarte por prodigalidad.
Pedro J estás viejo. Esa es la realidad. Y adoleces de una presente demencia senil.