Luis Bru.
En la historia del devenir humano el mayor cencerro es Luis del Pino, alias Luis del Timo. Sólo a un personaje tan patibulario podía habérsele ocurrido que en Leganés no se suicidó nadie, ni murió Francisco Javier Torronteras, ni hubo GEOs heridos graves, alguno impedido de seguir su trabajo, «Leganés fue un puro teatro. Sangriento, pero puro teatro». O «en aquel piso no se suicidó nadie». O: «en cuanto a Leganés, aquello fue una inmensa representación teatral en la que se hizo explotar ese piso coincidiendo con la hora del telediario nocturno». Después de espetar patrañas amorales como estas uno debe quedar inhabilitado para el resto de sus días, éste sin embargo va ahora de ideólogo de Santiago Abascal, otro que tal baila. ¡Vaya derecha identitaria! ¡Poniendo en duda una masacre islamista! ¡Siguiendo al mayor cencerro! Para mear y no echar gota.
Luis del Timo dice groseras mentiras fácilmente demostrables: «Nadie ha sido capaz de explicar todavía por qué no se hicieron autopsias a los presuntos suicidas de Leganés, a pesar de que la Ley su prácitca en toda muerte violenta». Por supuesto que se hicieron. Este Timo miente más que habla. Abascal demuestra aquí que le falta una pechinada. ¡Vaya par de cencerros!
Y la última patraña: «De lo que estamos hablando es de si las cloacas del Estado participaron sólo en la colocación de las pruebas falsas o tuvieron, también, partcipación en la masacre». Hasta que no desaparezca de la vida pública -ya queda poco- la derecha no levantará cabeza llevando a este cencerro al cuello.