Luis Bru.
No dice nada coherente y sensato. Sobre cualquier tema dice la más gorda. Lucía Etxebarría es, como tertuliana, totalmente prescindible. Carece de capacidad de análisis. No distingue entre el Aquarius y el Open Arms, entre una postura puntual y otra que representa convertir a España en el centro de operaciones de las ONG. Pero eso sí: cuando toma la palabra no la deja. Se enrolla. Brama, como la niña mimada de la izquierda, En el viaje al centro que pretende el PSOE está de más.
El tertuliano cita la palabra mafia y Lucía interpreta, erróneamente, que se refiera al Open Arms. No pide perdón, ni sale de la duda, sino que espeta «los judíos eran socorridos, al fin y al cabo, por mafias». Y se queda tan ancha. No cita las fuentes, ni de dónde saca sus exabruptos. Luego hilvana su retahila y concluye que «no dijo la Airderf que son necesarios cinco millones de inmigrantes, pues los 121 del Open Arms vienen a pagarnos las pensiones». Y se queda tan fresca en «Espejo público», recurriendo a un argumentario ya gastado, La idea de que inmigrantes ilegales vayan a incorporarse automáticamente al mercado de trabajo es delirante, pero así es Lucía: puro delirio.