Luis Bru.
Intereoconomía ha muerto. El óbito es cierto y seguro. En ella trabajaron buenos profesionales como nuestro editor, Enrique Diego, el catedrático Javier Paredes y Alfonso Arteseros. Doblan las campanas por un proyecto fallido, en donde todo era mentira e hipocresía a causa de Julio Ariza. Atrás queda el tamayazo y tantos servicios prestados al PP y a Mariano Rajoy, a tanto la pieza. No hay ningún Club de Amigos de Intereconomía pues Intereconomía ha dejado de existir y cualquier intento de mercadear con su nombre puede devenir un presunto timo para incautos o para estrictos pardillos.
Tras un concurso de acreedores que parece un cachondeo, ha nacido El Toro TV, con sede en Torre Pacheco, Murcia, que suena a coña, pero es verdad. Todo parece una farsa. Las deudas de Intereconomía a comienzos de 2018 ascendían a 84.894.135,22, que corresponden a 61.220.839,20 de Intereconomía Corporación y 23.673.296,02 a Grupo Negocios de Ediciones y Publicaciones. El chiringuito estaba quebrado en 2010. Recibió créditos de cuatro cajas extinguidas.
Y, al final, Julio Ariza sigue al frente con el mismo nivel de vida, en su casa de Mirasierra, pasado sus vacaciones en el chalet de Palma de Mallorca, primera línea de playa, con coches de alta gama, con chófer, con intercambio en Portonovo y Rapael, marisquerías, en los mejores restaurantes, y la fiesta se la quiere pagar con incautos de Club de Amigos de Intereconmía que ya no existe, porque cómo va a trasvasar los fondos de Intereconomía, que ya no existe, a El Toro TV. Misterios del globo que sólo Ariza sabrá desentrañar. Pronto trasladarán sus instalaciones, porque todo está inventariado. Dicen que las oficinas irán a la Calle Alcalá de Madrid, como lugar representativo.
Mi consejo: por si acaso, ni un euro más al presunto timo.