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Galería de lacayos peperos: Antonio Jiménez, la oquedad alopécica

Redacción




Miguel Sempere

Antonio Jiménez tiene tres prioridades en la vida: llenar bien la andorga, la caída del cabello y seguir a pies juntillas el argumentario pepero que le manda cada día Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación. Se ofreció al PSOE para servirle, pero los socialistas no le quisieron.

Antonio Jiménez Martínez, nacido en Siles (Jaén) el 12 de agosto de 1956, es un lacayo con manicura; por eso mueve tanto las manos ante el espectador. Obsesionado con su alopecia, a niveles de neurosis obsesiva. Es un lacayo casi perfecto, que nunca se sale del guión, que sigue al pie de la letra el argumentario y que está dispuesto a servir al mejor postor.

Jiménez, un hombre de radio, dirigía, en marzo de 2004, el programa Buenos Días de Radio Nacional de España, puesto por el PP. Ahí llegó en septiembre de 2002, tras una carrera de madrugador en las ondas: Matinal de Cadena Ser, Pimera Hora de Cadena COPE y Cada Día en Onda Cero y luego Radio España. Siempre con resultados mediocres y siempre apoyado por su amigo Carlos Herrera.

Arrastrándose ante José Blanco

Se presentaba Mariano Rajoy frente a José Luis Rodríguez Zapatero y el lacayo Jiménez se las prometía felices: cuatro años más de asueto y buenos restaurantes, que le gustan mucho más que los museos o las óperas. Devino la terrible masacre de Atocha del 11 M, la SER se empleó a fondo y el PP se vino abajo, a la oposición. Jiménez se vio perdido y en terreno de nadie, así que se apresuró a arrastrarse, con la mejor de sus sonrisas, con su gracejo adulador, hasta el despacho de José Blanco, alias Pepiño, para ofrecerse como un hombre progresista, dispuesto a servir al PSOE como él sabe servir: a machamartillo, al dictado, sin pensar, ni desarrollar el más mínimo espíritu crítico, sin iniciativa, no sea que la pifie. ¡Menos mal que habéis llegado los nuestros, Pepiño! Jiménez porfiaba y porfiaba, se arrastraba y se arrastraba, pero no hubo forma y Jiménez tuvo que abandonar Radio Nacional de España y apresurarse a irse a Génova: ¡Esto es un desastre, nos han robado el poder! ¡Viva Mariano!

La producción de ‘El gato al agua’ se la hacía Julio Ariza

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En el año 2005, Antonio Jiménez Martínez, con su oquedad alopécica, fue enviado por el PP a una Inrereconomía en la que Julio Ariza estaba haciendo cosas tan raras como haberse implicado en la organización del tamayazo y aspiraba a ser el magnate de los medios peperos. Le nombraron director de Radio Intereconomía, de lo que nunca ejerció, porque Jiménez no es un adicto al trabajo, sino al jabugo, los buenos vinos, las digestiones pesadas y los crecepelos. Que como Sansón, su punto débil, es el pelo, aunque de manera bien distinta, no por la abundancia, precisamente. Y le pusieron de director-presentador del programa estrella “El gato al agua”.

Un secreto que hoy desvela RL, y que explica su fracaso en 13 TV, es que la producción se la hacía en bambalinas, Julio Ariza, con lo que Jiménez sólo ponía la manicura.

Jiménez es un chico muy aplicado con el argumentario. No sólo lo recibe cada en el iPad, lo enseña ufano y lo declama como cita de autoridad. Dice Carmen Martínez de Castro esto o lo otro.

Cuando sufre más es en la sesión de maquillaje, cuando se enfrenta a la realidad de sus profundas entradas. En ese sentido, es un hombre de preocupaciones simples y así como Goebbels cuando oía la palabra cultura echaba mano a su pistola, Antonio, el bueno de Antonio, echa mano al argumentario e imágenes de Mariano, que eso no falla. Memorable el día en que perorando con lucidez característico el laureado escritor Juan Manuel de Prada sobre el relativismo empezaron a fundírsele las neuronas al pobre Antonio, incapaz de seguir el razonamiento, y sacando fuerzas de flaquezas dio paso a las consiguientes imágenes de Rajoy.

Una falsa entrevista ¡en directo! a Luis Bárcenas

En una sociedad donde el mérito fuera un valor, a Jiménez le tocaria sudar la gota gorda y hacer peonadas, pero en esta donde todo vale, menos la profesionalidad, Antonio ha hecho cosas delirantes, de peón caminero o de manipulador pepero, como simular una entrevista en directo con Luis Bárcenas, cuando Bárcenas era bueno, inocente y había que defenderlo a capa y espada. En horas veinticuatro, lo que dura el cambio de argumentario, para Antonio Jiménez, Luis Bárcenas pasó de ser un pobre inocente, objeto de una campaña infame, a un maldito delincuente, al que no había que hacer caso, sin credibilidad ninguna, al que nadie debería entrevistar en la vida.

La única exclusiva de Antonio Jiménez y era falsa.
La única exclusiva de Antonio Jiménez y era falsa.

Atrapado en la crisis de Intereconomía, Antonio Jiménez empezó a llamar angustiado a Carmen Martínez de Castro para que le colocaran donde fuera y Moncloa llamó a la cadena amiga de 13 TV y Jiménez apareció con un programa igualito hasta casi en el nombre, “El cascabel al gato”, que ha sido un fracaso porque, con tanto argumentario, ya aburre a las ovejas. Esa traición molestó mucho al jefe de producción de facto, Julio Ariza, al que Jiménez había adulado sin medida, con gracejo y donaire empalagosos. Pero ya dijo el maestro Quevedo, que no hay lisonja sin puñalada y, pues muchas fueron las lisonjas, así fueron las traiciones. Más adelante en la cadena episcopal, quitaron lo del gato y lo dejaron en cascabel.

Según un informe de y para la Conferencia Episcopal, a la le cuesta mantener a la pandilla de lacayos peperos que no levanta cabeza ni audiencia, por el 1,9 siguen, y eso gracias a las películas del Oeste, que, según ese informe, “13 TV es un canal con perfil culturalmente pobre y dirigido a un público de tercera edad”, que “no propone el Evangelio”. Referido a El Cascabel y a La Marimorena, del lacayo pepero hiperactivo Carlos Cuesta, indica que “es una televisión eminentemente política con una marca definida de la derecha”. Clavan a Jiménez: culturalmente pobre, del PP a machamartillo y para la tercera edad.

O sea que lo saben y no hacen nada. Eso es más grave, porque no hay ignorancia invencible. La Iglesia sometida al Estado y 13 TV al PP, así están las iglesias y los seminarios…