Luis Bru.
Dice la doctrina, que las ampliaciones de capital se hacen: a) para satisfacer nuevas oportunidades de negocio, de forma que se da respuesta a necesidades de mercado; b) para afrontar necesidades de tesorería de la empresa y acometer necesidades perentorias. Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez se han inventado una tercera: necesitan con urgencia tesorería pero al tiempo no hacen frente a las necesidades empresariales. El resultado es un fiasco total.
Después de hacer una ampliación de capitales en la que la noticia fue que se cubrió con dinero de la caja B del PP -410.000 euros- lo que ha redundado en un total descrédito, y con una Fundación de CEIM, de Arturo Fernández, por un montante de 700.00 euros, intentó otra en la que esoeraba cubrir 3,2 millones. El fracaso fue total. Se vio que Losantos ya no tiene tirón, es un juguete roto, tiene nula capacidad de convocatoria. Hizo otra ampliación de capitales por 1,5 millones restringida a los accionistas. Sólo consiguió 995.920 euros. Por medio, consiguió arruinar a los minoritarios y mejorar sus posiciones, ya que la última ampliación de capitales la cubrió enteramente él.
De por medio, una buena sarta de mentiras para responder a la lógica de la ampliación de capitales. Eso de que se iban a afrontar nuevos proyectos; quimeras; engañabobos; groseras mentiras con la única finalidad de pillar a los incautos. ¿Puede un comunicados recurrir a estos engaños sin perder toda credibilidad? No ha habido ningún nuevo proyecto y lo que es peor: no estaba previsto. Ha sido dinero para afrontar las necesidades de tesorería pero sin afrontar ningún cambio. De hecho, sin nuevo proyecto alguno, el personal ha aumentado de 84 a 142 en plantilla y se mantiene a personal, como Ayanta Barilli, con baja audiencia y un sueldo superior a 60.000 euros.
Pedro J se dispone a seguir la misma senda. Piensa lanzar una nueva ampliación de capitales porque El Español va muy mal. Lo venderá de nuevo con el consabido argumento de los nuevos proyectos. Falso de toda falsedad. En un tiempo récord se ha gastado el dinero de que dispuso para lanzar el proyecto. Además, los minoritarios no han podido desprenderse de las acciones porque son sólo partcipaciones. A Carlos Mattos se le dijo, el propio Pedro J, cuando quiso desprenderse de su paquete accionarial, 900.000 euros, que no había nadie capaz de comprarlo. Pedro J, en caída libre de descrédito, parece abocado al fracaso. Algo huele a podrido en El Español.