Luis Bru.
Numerosos lectores nos advierten de que Federico Jiménez Losantos ha contestado desde el programa de Es.Radio, «Tu dinero nunca duerme«, que se emite los domingos por la noche, a los datos que se ofrecen en el libro «La gran traición: Federico Jiménez Losantos apuñala a César Vidal en Es.Radio» (Amazon), de Enrique de Diego. Seguramente no es así, desde luego, y se trata de una interpretación subjetiva, pero lo cierto es que Losantos ha aprovechado ese programa para tratar de paliar la mala imagen que ofrecen los datos contables respecto a Libertad Digital SA.
Losantos ha reconocido el error de la televisión. «La única vez que me he equivocado ha sido con la televisión», aunque no asumió responsabilidades personales ni del que se encargó de Libertad Digital TV, Dieter Brandau, sino que culpó a los políticos, aunque no indicó bien por qué motivo. «Mira que yo sé que los políticos son malos, por qué llegué a pensar que iban a respetar sus leyes cuando abrieron las televisiones. Palmamos todos una barbaridad, salimos de milagro y ya nos hemos recuperado«. En realidad, las cinco licencias de TDT en la Comunidad de Madrid que le fueron concedidas por Esperanza Aguirre fueron vendidas por algo más de 3 millones de euros a Trinity Broadcasting Network. Tal y como se cuenta en el libro «La gran traición», César Vidal no cobró ninguna comisión. De ser un milagro, tuvo sus causas segundas.
En la línea de lo apuntado en «La gran traición», Losantos vino a confirmar que en la última ampliación de capitales, restringida a los accionistas ha empezado a jugarse su patrimonio familiar. «Yo, el dinero que tengo me lo gasto en esta empresa», de forma que como ha concurrido a todas las ampliaciones de capital, ha llegado a ser «el primer accionista» y mostró su confianza en que «esto se revalorizará», porque en un año o dos confía en comercializar los podcast. «Ahora puedes comprar, se pueden invertir aquí», aunque en los dos últimos años ha perdido 1 millón de euros.
Losantos tuvo un especial interés en cambiar el discurso tradicional de Libertad Digital SA como simple «empresa ideológica«, con rentabilidad sólo en intangibles emocionales, para decir que debe ganar dinero, aunque también precisó que, al menos, no debe perder porque «esto te deja enfeudado con los poderes«. Afirmó que desde el principio tuvieron claro que «no íbamos a pedir dinero, que lo haríamos con ampliaciones de capital, no con préstamos». Una extraña forma de rentabilizar inversión, el acudir continuamente a ampliación de capitales.
El presidente de Libertad Digital SA. hizo una reivindicación de Alberto Recarte, condenado en el sumario de las tarjetas black y que también está implicado en el llamado caso Libertad Digital, por la compra de acciones del chiringuito de Losantos con dinero de la caja B del PP. «Esta empresa ha tenido un equilibrio muy complicado, en el que ha jugado un papel importante sobre todo Alberto Recarte, y en los últimos años, Luis Rodríguez, como director financiero, que no me ha dejado ni una sola fantasía».
De manera sorprendente, Losantos afirmó que «yo no trato a los políticos. Al único que he tratado un poco ha sido a Aznar y fue un error«. Por eso, «lo mejor es no tratar a nadie, porque luego no te sale darle un tortazo en la radio«.