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Losantos: Los buenos tiempos, y corruptos, de Esperanza Aguirre no van a volver

Redacción




Luis Bru.

¡Ay, como añora el pequeño bocachanclas Losantos ponerse al regazo de Esperanza Aguirre y nutrirse de las generosas ubres, tibias, públicas! ¡Ay, cuánta nostalgia de Metro de Madrid, del canal de Isabel II y de todo el conjunto de la Comunidad de Madrid! ¡Ay, qué añoranza de cuándo Esperanza Aguirre le primaba con licencias de radio y cinco de televisión! ¡Qué tiempos aquellos! Cuando un telefonazo a Ángel Acebes y se abría la caja B del partido y caían como llovidos del cielo 410.000 euros de la mano de Luis Bárcenas. O cuando bastaba que Esperanza Aguirre le hiciera un gesto cariñoso al pinta de Arturo Fernández y se creba una Fundación en CEIM que parecía pensada para comprar acciones de Libertad Digital SA, ese antro, por 700.000 euros. ¡Ay, qué tiempos aquellos! ¡Cuánta corrupción del enano de Orihuela del Tremedal! ¡Cuánta ponzoña! ¡Cuánta mierda! ¡Cuánta podredumbre en la CajaMadrid de Miguel Blesa! ¡Ay, las ubres nutricias de Esperanza Aguirres, tan liberales ellas, tan libertinas y lascivas con su cachorillo Losantos, pegado a la teta como una lapa!

¡Esos tiempos no volverán! Losantos brama anclado en el tiempo. Su tiempo ha pasado porque era el tiempo de la corrupción. Que está muy mal y va a peor no tiene vuelta de hoja. Que no vaya a llegar al 11 de septiembre es otro cantar.  Yo creo que va a intentar resistir. Cuestión aparte es lo que de de si.  Por otro lado, da coces tanto a Ciudadanos como a Vox esperando quedar bien con el PP… el que pone la bandera del arco iris en los ayuntamientos. Ni aunque Losantos cumpla su sueño de hacer la cuadratura del círculo y unir a las tres derechas, sólo unidas por echar a la izquierda, para «no estigmatizar a los inmigrantes y no retroceder en los derechos de las mujeres», como dice el bueno de Ignacio Aguado, al que cada vez le crece más el pelo y, oye, parece de izquierdas e Isabel Díaz Ayuso que quiere avanzar no retroceder.  Aún así. Definitivamente, la era de Esperanza no va a volver y con ella tampoco la publicidad