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Losantos si no es un corrupto es algo que se le parece mucho

Redacción




Enrique de Diego.

Cuesta mucho dinero público mantener como liberal a Federico Jiménez Losantos; es preciso mucho intervencionismo opaco para que el turolense predique las virtudes de la no intervención. Losantos si no es un corrupto es algo que se le parece mucho. Depende demasiado del dinero opaco para presentarse con la aureola de una independencia hueca y más falsa que un Judas de plástico.

Si hay alguien menos independiente en España ese es Federico. Ha ejercido de periodista orgánico de Esperanza Aguirre Gil de Biedma y de las Mercedes en unos niveles equiparables a los de Luis de Galinsoga en La Vanguardia, con un tono servil semejante a aquellos mozos garrulos que cogiendo los tiros de la carroza de Fernando VII a su vuelta de Bayona se ufanaban con el grito de “vivan las caenas”. Losantos es una ficción. O en términos modernos, una especie de troll.

Nunca da muestras de liberalidad ni de altruismo, en ese sentido es un liberal excéntrico, inventor y jefe de la secta del liberalismo de rito epipcio, ese que va con las palmas de las dos manos bien abiertas para ver lo que cae. Y a ese rendido servicio cortesano, Esperanza Aguirre ha respondido con enorme generosidad para sostener a su avaricioso y siempre necesitado bufón. Eso sí, no lo ha hecho con su dinero. En la penúltima ampliación de capitales, Espe mostró, a micrófono abierto, un inusitado interés en ser accionista de Libertad Digital. Los buenos propósitos, a veces, duran poco. No se rascó mucho su faltriquera la dama predilecta del liberalismo egipcio, madre nutricia de todos los corruptos, porque, recordemos, en su pasada de cepillo el liberal egipcio pretendía recoger 3,2 millones de euros y sólo recaudó 432.670. Hemos de suponer que la pasión de Esperanza por ser accionista de Libertad Digital fue, al final, perfectamente descriptible o se quedó en agua de borrajas.

Con todo, si Federico se hubiera sabido administrar, Esperanza Aguirre le habría dado una fortuna resaltable, aunque no respetable. Le hubieran bastado con los 3 millones de pelotazo por las cinco licencias de TDT que recibió gratis. A eso habría que sumar las licencias de radio. Y la mejora sustancial de la cuenta corriente de María Prado, esposa del turolense, colocada como funcionaria de la Comunidad de Madrid. En otras naciones, esto apesta a tráfico de influencias, pero esta es la tierra de la picaresca y el patio de Monipodio en el que uno puede imaginarse perfectamente a Losantos.

Ya he rememorado el episodio publicitado y conocido de Luis Bárcenas marcando la contraseña de la caja fuerte del dinero B del PP en su sede central de Génova. Losantos le ha endilgado toda la responsabilidad a Alberto Recarte, como si el turolense se hubiera llevado una sorpresa de padre y muy señor mío al verse retratado en la lista de Bárcenas. El itinerario de la gestión fue por Esperanza Aguirre y Ángel Acebes hasta recalar en el solícito tesorero: 400.000 euros de vellón, que dan para un pasar. En esta España, ser honrado, y más ser honrado y liberal, te sitúa en posiciones de descrédito social. César Vidal ni tan siquiera se llevó un pellizco nimio por su gestión en la venta de las TDT a TNB; y por huir del nepotismo, tampoco colocó a su hermano periodista en Es.Radio, lo que produjo fricciones en la relación fraterna.

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No fue la única dádiva recibida con el aroma inconfundible de Esperanza Aguirre. Más voluminosa, y quizás más grave, aunque muy poco publicitada, fue la aportación de la patronal madrileña CEIM bajo la podrida batuta de Arturo Fernández, presidente del Grupo Arturo Cantoblanco: 698.775 euros dedicados a la compra de acciones de Libertad Digital a través de una Fundación que supuestamente iba a servir para dar cursos de formación y editar publicaciones, y que realmente sólo se utilizó para sostener a Losantos como liberal de estricta observancia.

Gerardo Díaz Ferrán, Jaume Matas, Juan Carlos de Borbón y Arturo Fernández.

El caso de FYPEM no está judicializado y, como he dicho, es apenas conocido, pero su importancia es máxima. Alberto Recarte y Federico Jiménez Losantos recurrieron a los buenos oficios conseguidores de Esperanza quien paso el mandado a Arturo Fernández, entonces vicepresidente de CEOE, presidente de CEIM y de la Cámara de Comercio, amigo de la infancia de Esperanza Aguirre y hombre de su entera confianza. Estos liberales afirman creer mucho en la sociedad civil pero tienden a controlarla compulsivamente con los amigos. No iba a ser con los enemigos, como expresó Rodrigo Rato respecto a las privatizaciones.

El plan era sencillo. Ceim-CEOE había constituido una fundación sin propósito real, FYPEM (Formación y Publicaciones) si bien jamás publicó nada, pues la única publicación editada por Ceim era su revista mensual, que pasó a ser digital en los años de la recesión, y finalmente desapareció.

FYPEM sirvió para desviar dinero de Ceim sin tener que reportar a la Junta Directiva de la organización. Ceim disponía de pocos recursos, por lo que firmó un convenio con la Cámara de Comercio para que ésta pudiera financiar con diversas partidas a la patronal. La Cámara disponía de recursos pues la cuota cameral obligatoria todavía no se
había suprimido. El convenio pudo firmarse sin dificultad aunque comprometiese los fondos de la Cámara, pues Arturo Fernández era presidente de ambas entidades.

De esta manera, Ceim pudo desviar los recursos de beneficios remanentes provenientes de los planes de Formación que gestionaba, que pasaron de cubrir los costes operativos de la organización a trasferirse a FYPEM. Esta Fundación sería así el instrumento a través del que llevar a cabo las inversiones “políticas” de Ceim a espaldas de la Junta Directiva. Y fue FYPEM la que sirvió de comodín a Esperanza Aguirre para hacer llegar 700 mil euros a Losantos y su empresa con Arturo Fernández de dócil instrumento.

El 29 de octubre de 2014, el diario El Mundo publicó aspectos sustanciales de esta información. Estaba de director Casimiro García-Abadillo Prieto. Más fría la relación entre el diario y el locutor, tras la salida de Pedro J Ramírez, de ahí que su director se decidiese a publicarla. La publicación de dicha información provocó una reacción en el programa de Losantos contra García-Abadillo, y tirando por elevación, contra el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano. Obviamente, Losantos no desmentía los hechos porque eran verdad, pero venía a recordar que en la licencia de Es.Radio, Unidad Editorial tiene el 50%. La escandalera matinal del turolense tuvo el efecto deseado: cayó la omertá sobre el escándalo. Hasta hoy.

https://esradio.libertaddigital.com/fonoteca/2014-10-29/federico-en-60-prisa-vuelve-a-atacar-a-libertad-digital-80346.html

Arturo Fernández está condenado a seis meses menos un día por el Tribunal Supremo en el caso de las tarjeta black y aparece también en la trama púnica. El Grupo Arturo Cantoblanco llegó a contar con 3.500 empleados y 180 establecimientos y. por supuesto, el flujo de dinero hacia Libertad Digital formó parte de una contraprestación de favores, en la que Arturo –con un fluido intercambio publicitario con Intereconomía y en cuyo establecimiento de Cantoblanco se celebraron durante años las paternalistas cenas de Navidad organizadas por Julio Ariza para sus empleados- recibió un sinfín de concesiones administrativas, como las cafeterías de los Hospitales de la Comunidad de Madrid o la de la Asamblea de Madrid. Arturo Fernández, amigo personal de Juan Carlos de Borbón, aparece como donante de 57.030 euros a Fundescam, la Fundación a través de la cual se financiaron –en comandita con Special Eventes de Francisco Correa- campañas electorales del PP de Madrid y específicamente de Esperanza Aguirre.

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En 2009, hubo una junta de Ceim, que algunos de los asistentes describen como muy tensa, en la que se pidieron explicaciones por aquella generosa compra de acciones que se había realizado sin dar ninguna explicaciones a sus miembros. En lo que parece un intento humorístico de dar un aspecto de pluralidad a la dádiva, FYDEM también había ‘invertido’ 60.900 euros en PRISA (editora de El País), 59.865 en Vocento (editora de Abc) y 3.994 euros en Telecinco. Las acciones de Libertad Digital se depreciaron con prontitud, a velocidad de vértigo. La memoria de la Fundación referida al ejercicio 2012 establecía como “valoración razonable” de las acciones adquiridas por 823.534 euros la cantidad mucho menor de 239.429 euros. El pésimo gestor que es Federico lo deprecia todo con inusitada rapidez. Podría decirse que es un rey Midas invertido.

Las inversiones “políticas” de la Cámara de Comercio durante el mandato de Arturo Fernández también se extendieron a banners de IFEMA y de la propia Cámara en Libertad Digital. Fruto de toda esta relación se fichó a Alfonso Tezanos, presidente de FEDECAM, mano derecha de Arturo Fernández, y presidente de la comisión de formación de la Cámara de Comercio y miembro de la Junta Directiva de Ceim-CEOE como tertuliano en EsRadio. En concreto en el programa de fin de semana Sin complejos, que dirige Luis del Pino, si bien es importante señalar que no fue Luis del Pino quien lo captó, pues le fue impuesto por Alberto Recarte y Dieter Brandau. Alfonso Tezanos sería después imputado por blanqueo de capitales en un escándalo de formación de Madrid. El patio de Monipodio de la corrupción es un pañuelo.

Santiago Abascal. /Foto: elconfidencial.com.

Vuelve como un estribillo zumbón la inquietante pregunta de qué pasaría si el acercamiento entre Federico Jiménez Losantos y Vox, partido con el que hoy tiene tanta afinidad, y que ha seguido en Andalucía su consigna de primero votar la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla y luego negociar, se intensificará mezclando churras con merinas, ideas con lentejas. O con Ciudadanos, donde tiene buenos amigos como el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, y partido al que colocó su fracasada candidata a la Xunta de Galicia, Cristina Losada, colaboradora de Libertad Digital. O el PP de Pablo Casado, hijo predilecto de José María Aznar y Esperanza Aguirre Gil de Biedma y de los Mercedes. O con las tres derechas a la vez…Federico Jiménez Losantos necesita dinero en grandes cantidades con suma urgencia. Siempre las precisará pues cuanto menos es un manirroto y un gestor pésimo con un equipo nefasto. Por su tradición de liberalismo egipcio, Losantos está bien preparado para montar un escándalo mayúsculo y emponzoñarlo todo. Estaré preparado para contarlo, si sucede.