Redacción.
En el libro “El triunfo de Ágatha Ruiz de la Prada”, de Enrique de Diego, a la venta en Amazon, se desmenuza la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres, firmada por la juez María José Javato Ollero, con fecha 5 de marzo de 2.005, sobre la que se ha edificado la épica de mujer maltratada de Cruz Sánchez de Lara, directora jurídica de violencia de género de la Federación de Mujeres Progresistas.
Por el protagonismo que ha ido adquiriendo como una de las más radicales abogadas feministas, defensora de la ideología de género, esa sentencia adquiere especial significado. Los malos tratos psicológicos, que denunció mucho después de haber firmado el divorcio y recibir una sustanciosa transferencia en la liquidación de gananciales, ambos de mutuo acuerdo, nunca fueron demostrados, no hubo ninguna prueba, sino supuestas pruebas periféricas.
El primer marido, Juan Carlos Iglesias Toro declara en el citado libro que “Cruz se lo inventó todo”. Iglesias Toro ha sido objeto de una auténtica persecución judicial instada por Cruz Sánchez de Lara. Actualmente tiene certificada “gran invalidez” y “dependencia 3”, se le ha extirpado buena parte del colon y del intestino, y tras cuatro años postrado en la cama tiene un pie equino, del que tendría que ser operado para intentar recuperar el andar. Iglesias Toro tiene claro que sus dolencias son “la consecuencia de tantos juicios que me ha planteado, de tantos disgustos. Todo lo pasado, lo estoy sufriendo ahora”.
Cruz Sánchez de Lara se ha presentado como una abogada preocupada por los derechos humanos y de una gran solidaridad. Al tiempo, ha sido denunciada porque sus clientes presentan denuncias falsas.
Se trata, por tanto, de un personaje de relevancia social, sobre el que es fundamental comprobar la coherencia entre sus ideas y su conducta. En “El triunfo de Ágatha Ruiz de la Prada” se detectan numerosas mentiras sostenidas públicamente por la citada abogada. También se considera la sentencia jurídicamente deleznable con absoluta supresión de la presunción de inocencia. Se aportan datos de que se trato de una denuncia oportunista.
En declaraciones a Vanity Fair, la propia Cruz Sánchez de Lara ha asumido el papel de un personaje público. “He dejado de tener ese patrimonio maravilloso del anonimato” y “soy consciente de que me he casado con un personaje público y que ahora mi nombre está asociado al de él”. Esa condición no se debe exclusivamente a su matrimonio con el periodista Pedro J Ramírez, sino a su misma condición de personaje que ha dado numerosas conferencias defendiendo las tesis de la ideología de género. A fin de que los ciudadanos tengan su propia opinión y a fin de abrir un debate social sobre los efectos perversos de la Ley de Violencia de Género, he aquí las dos sentencias condenatorias de Juan Carlos Iglesias Toro por denuncias de su exesposa, Cruz Sánchez de Lara:
SENTENCIA PENAL 1 CACERES 2005
SENTENCIA PENAL JUZGADO 23 MAYO 2010