AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Intensa actividad de vuelo: Vuelo de montaña, velero, entre islas…

Redacción




Loreto Román. Periodista y escritora.

En artículos anteriores hablaba de aquella enseñanza de vuelo años atrás que habíamos pasado todos, esas primeras horas de instrucción, aquellos primeros vuelos con el instructor en mi caso en Alcazarén, Valladolid. Y aquel inolvidable primer vuelo sola, cuando el ultraligero en el momento de abandonar la pista ascendía como si fuese un ascensor al faltar el peso de mi más querido instructor, Constantino. Os lo puedo asegurar, todo inolvidable, y seguro que a más de uno le haré hecho recordar. De cualquier forma, los artículos están ahí, dentro de la sección Loreto Román de esta publicación.

Lo reconozco, he sido una auténtica afortunada no solo por esa instrucción, en la que el olor a tuercas, combustible y bridas era parte necesaria de este mundillo tan especial, sino también por cómo se han ido desarrollando todas las vivencias de vuelo a mi alrededor. ¿Será que mi nombre está muy relacionado con el vuelo, Loreto, Patrona de la Aviación?, ¿o quizás suerte, relacionarte con aviadores con mucha pasión por el vuelo y compartirla, y muchas ganas de volar? Seguro que todas juntas. Como en anteriores artículos, seguidme, volaremos juntos. Las fotos ayudan.

Al poco de aprender a volar, el siguiente paso era comprarse un ultraligero. Ahí estábamos busca que te busca en publicaciones, internet, donde fuese. Coincidíamos en nuestro deseo de que ese avioncillo fuese un patín de cola, por aquello de que recuerda al vuelo de nuestros primeros e intrépidos pilotos. Incluso viajamos a Italia, la zona de La Toscana, cerca de Pisa, para volar en uno de los seleccionados y disfrutar de ese vuelo. No será para presumir, pero os diré que en el vuelo que realicé para probar el avión con uno de los pilotos, para el orgullo de la escritora y con pocas horas de vuelo, el tal piloto al aterrizar comentó que le había sorprendido mi forma de volar de forma positiva. No lo olvidaré jamás.

Pero el ultraligero no se compró en Italia, nos dirigimos hacia el aeródromo de Antequera, Málaga, y nos compramos un Avid-Flyer. Por aquel entonces, era de lo mejor que se podía tener, un tubo y tela. Con ala stol, era sorprendente como trepaba en los despegues. En media pista ya estaba a una altura casi de vuelo de crucero. Fiable en vuelo, lo que hacía especial al Avid era esa cola corta que tanto mandaba en las tomas y en los despegues. Muchos vuelos nos hicimos con el patín de cola. Portugal Sur era prácticamente el destino preferido. Óbidos, Aveiro, Espinho, Viseu, Castelo Branco… Y por España hacia Rozas, Baños de Molgas, Chozas …

En Aeroesport, en Igualada.

Una de las visitas anuales imprescindibles era y sigue siendo hacia el aeródromo de Igualada, Aerosport, en donde iban apareciendo diferentes aeronaves de toda España, Portugal, Francia y otros países, permanecían en exposición diferentes ultraligeros, avionetas, material aeronáutico, y todo lo que volase, y el domingo se realizaba el tan deseado festival. Castor Fantova, piloto de vuelo acrobático nos sorprendió, y nos sigue sorprendiendo, a todos más de una vez. E incluso se realizaba una cena entre todos en los hangares del mismo aeródromo, momento social, y era fácil que se terminase de marchita por Igualada mismo. Aerosport se sigue celebrando y continúa sorprendiendo. Buena señal, esto del sector aeronáutico tiene buenos e intensos seguidores.

Otra de las visitas a las que asistíamos y participábamos, y en este caso más próxima, era al Criterium Aeronáutico en el aeródromo de Rozas, Lugo. Cuando digo asistíamos me estoy refiriendo a que hemos estado participando casi desde la primera edición. Y seguirá formando parte del calendario aeronáutico del Campo de vuelo de Cerval. Recuerdo una de aquellas primeras ediciones, en la que despegamos del aeropuerto de Peinador, Vigo, en una Tampico, con uno de los pilotos de Vigo Aeroclub, para al llegar participar en las pruebas de navegación, con una carta aeronáutica, toma de precisión y varias pruebas más, junto con el festival aéreo, vuelo en globo cautivo, paramotor, aviones apagafuegos y todo lo que volase y lo sigue haciendo. Este año se cumple la XIV edición.

De esos primeros vuelos recuerdo en especial el realizado en un Pterodactil desde el campo de vuelo de Cerval, atravesando el río Miño, aterrizando en un pequeño terreno, con una caja de galletas en mis piernas, para entregar a la madre del dueño y piloto del avioncillo, biplaza. Vuelo muy lento y al mismo tiempo para disfrutar, aquellos primeros ultraligeros, ruedas de bicicleta, 2 ejes, un ultraligero que ha hecho historia. En el campo de vuelo de Cerval aún queda alguno. Es una pena que no exista ninguna organización que mantenga este tipo de avioncillos que forma parte de nuestra historia.

Y dentro de este mundillo tan intenso y como forma de vuelo, contamos con el vuelo de montaña. También le dediqué un artículo ahí atrás, Marlis Campi, como instructora. En mi caso centrado en el Valle de Benasque, Pirineos. Acercarme hasta allí suponía volar en el trike de Gerardo Bielsa, en el Quicksilver de Bernardo, en uno de los Tecnam de Angel Ibañez, estar presente en la constitución de la primera Asociación de vuelo de montaña… Os diré, espectacular el valle, recomendada visita, Campo de vuelo de Castejón de Sos, desde donde se realizan los vuelos y en donde todos los años se organiza la Copa Bielsa Lacorte, prueba de aterrizajes de precisión, con Marlies Campi y Angel Ibañez de organizadores.

En Castejón de Sos.

Importante la formación de los pilotos, incluso colaboradores en campeonatos. En uno de los aeródromos portugueses, Castelo Branco, en unos campeonatos europeos de ultraligero realizamos un grupo de pilotos y aficionados al vuelo el correspondiente curso de Marshall. Para así realizar todos los preparativos correspondientes a las pruebas de tomas de precisión, navegación, consumo, permanencia en vuelo. Unos días estupendos entre pilotos europeos, pruebas de permanencia en vuelo en las que se valoraba el conocimiento del piloto de su aeronave y así aprovechar lo máximo posible el combustible que disponía en los depósitos, todos los ultraligeros participantes la misma cantidad.  Ahí estábamos el equipo Marshall, intensos días.

Visita en Senica a la fábrica de Shark.

¿Y ese viaje que realizamos, en esta ocasión en avión grande, desde Lisboa aeropuerto hasta Praga, con el propósito de conocer a los fabricantes del tiburón eslovaco, Shark, en Senica? Es un completo gustazo visitar una fábrica de aviones, en este caso a base de fibras de vidrio y carbono, todo comprobado, medido, pesado. Hélice de paso variable en vuelo, tren retráctil, con forma de tiburón como su nombre hace referencia, muy veloz.  Espectacular las comprobaciones, todos los pasos realizados, ensayos, para que termine volando este biplaza tándem eslovaco.

Fuerteventura en vuelo.

Para los que no lo hayan realizado todavía, aconsejable, vuelo sin motor, en velero. Recuerdo aquel vuelo en Ocaña con uno de sus instructores, Ricardo. Salimos a volar y en el momento en el que la avioneta suelta el cable que le conecta con el planeador, generalmente a 600 m de altitud, va a depender de ti, de que sepas aprovechar esas térmicas, vuelo sobre laderas, olas de viento y crestas de montaña. Impresionante, os lo puedo asegurar. Y claro, instructor y buen piloto, junto con apasionada por el vuelo, vamos allá, realizaremos varias acrobacias, caída de ala, looping, churribarrena(aclaro, una barrena según el mismo piloto no muy bien conseguida). Pero no termina ahí, para finalizar una veloz aproximación a pista. Es lo que tiene la pasión por el vuelo, preparada para todo, o casi todo. A la mayor parte de los pilotos de ultraligero, debe ser por eso de que se trata de vuelo en aeronaves muy ligeras, muy a expensas de las condiciones meteorológicas, nos gusta el vuelo sin motor, escuchando el sonido de la atmósfera, es muy especial, aunque en momentos de apuro el sonido del motor es maravilloso.

¿Y el vuelo que nos hicimos entre la isla de Gran Canaria, desde el Berriel, hasta Fuerteventura en un Coyote? Con las medidas de seguridad correspondientes al atravesar el mar. Y en la pista de Fuerteventura nos estaban esperando otros pilotos de trike que venían volando de Lanzarote. Fue sorprendente, tanto vuelo entre las islas, la verdad es que no estoy acostumbrada a volar sobre el mar. Y a la mañana siguiente realizamos un vuelo por toda la costa de la isla de Fuerteventura. Un completo espectáculo de la naturaleza.

NO TE LO PIERDAS:   Sandro Algaba exige a la alcaldesa de San Fernando que se preocupe de los vecinos

Llenaría muchas páginas para narrar todo lo que me falta de las innumerables aventuras en vuelo. Por eso digo y repito que he sido muy afortunada. Y por muchos vuelos que se realicen, todos y cada uno de ellos siempre serán especiales. Desconozco qué es lo que tiene esto del vuelo, pero os aseguro que engancha, y para toda la vida. En algún próximo artículo hablaremos de alguna aventura más.