Miguel Bernad, Secretario General de Manos Limpias.
Acaban de dar un premio al denominado periodista Javier Chicote, de ABC, por sus reportajes en el diario monárquico ABC.
El premio se le otorga por publicar diversos casos de presuntas corrupciones, sobre la tesis de Pedro Sánchez, sobre el blanqueo de capitales del jugador Messi, sobre la Ministra Calviño etc.
En España, ese periodismo de investigación, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos no existe, y el ejemplo más evidente lo representa el denominado periodista Javier Chicote, que utiliza sus contactos con la UFEF y UCO para publicar informaciones que obren en poder de esos Cuerpos que colaboran en las instrucciones de los diversos juzgados penales.
Esa falacia de periodista de investigación es un sarcasmo y no se puede engañar a los lectores haciéndoles ver la pericia de un periodista que ofrece escándalos de corrupción gracias a su investigación.
Las publicaciones que ofrece las extrae de informes de la UDEF y de la UCO en procesos penales que se instruyen.
Como quiera que no todos forman parte de lo que se conoce como cloacas del Estado, la mayor parte son decentes, honrados y profesionales por una minoría que se presta a dar información al periodista, para que éste a su vez, publique en su medio una información que en modo alguno, ha sido objeto de sus propias pesquisas.
En definitiva, lo que se denomina periodistas de investigación es en realidad periodista de filtración.
Y el ejemplo más relevante en España, se llama Javier Chicote.
No se puede engañar a los lectores, hay que desenmascarar al mensajero.