Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
Keanu Reeves, Halle Berry, Ian McShane, Anjelica Huston
protagonizan la nueva entrega de la saga de John Wick, un genuino héroe de acción en la línea de los clásicos de los años ochenta del pasado siglo (Stallone, Schwarzenegger , Chuck Norris, Van Damme, Steven Seagal ….) –
John Wick regresa a la acción. La historia empieza inmediatamente justo en el momento en el que acababa la segunda parte. Se ha terminado el periodo de gracia de una hora y todo el mundo intenta matar a Wick. El perseguido ha de huir a Marruecos donde tratará de encontrar el hombre que puede resolver sus problemas. Una recompensa de 14 millones de dólares sobre su cabeza y con un ejército de mercenarios intentando darle caza. Wick se ha convertido en el centro de atención de multitud de asesinos a sueldo que esperan detrás de cada esquina para tratar de deshacerse de él.
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Es interesante lo que ha ocurrido con esta saga. Nacida bajo el ropaje de un filme independiente de bajo presupuesto ha ido creciendo gracias al “ boca a boca “ del espectador. Así la segunda parte ya desbordaba su presupuesto y en la tercera no ha hecho sino crecer. Pero todo ello sin abandonar ese saludable espíritu de Serie B que lo convierte en una propuesta personal y diferente. A ello no es ajena la presencia de Keanu Reeves y desde luego la siempre atractiva Halle Berry.
En la primera, “John Wick“ (2014), el protagonista decide vengarse de una mafia rusa por haber matado al perro que le regalo su esposa. En la segunda, “John Wick: Chapter 2“ (2017), John regresa al negocio del asesinato por una vieja deuda y se convierte en el objetivo del sindicato de asesinos al que pertenece. La tercera es esta “John Wick 3 – Parabellum” tan divertida como las anteriores y con una acción plena de verismo y adrenalina . Ese inicio típico de “western “ en el que un fugitivo ve como su cabeza es puesta a precio tiene hechuras del cine clásico de un Raoul Walsh o un Henry Hathaway. Sin duda una magnífica forma de iniciar una historia.
Chad Stahelski, es el director y demuestra su gran pericia a la hora de rodar escenas de acción y combate cuerpo a cuerpo al mas puro estilo del ya mencionado cine de acción de veinticinco años atrás ( Perseguido, Cobra , Dificil de matar , Código de silencio ….). Keane Reeves sigue la estela de sus antecesores y ciertamente dota de personalidad y vigor a su personaje. Sobresalen momentos concretos: escenas en que John Wick sufre ataques de tipos que salen hasta de las alcantarillas o de las sombras. Galopes a caballo por las calles de Nueva York, persecución de motocicletas en un túnel, duelos a tiro limpio, perros estrenados para matar, individuos con chalecos blindados y armas cargadas con balas de metal.
No hay respiro en la película que se ve en un suspiro y se disfruta de principio a fin. Lo que no es poco para los tiempos que corren.
Todo indica que habrá una cuarta parte, John Wick aún tiene aventuras por vivir.