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Javier García Isac: Pedro Sánchez necesita a Ciudadanos

Redacción




Javier García Isac. Director de Radio Ya.

Es muy divertido observar como los distintos medios de comunicación, plagados de canta mañanas a servicios de partidos políticos, analizan los recientes resultados electorales del pasado 26 de mayo. Todos tienen motivos para celebrar algo, todos menos los comunistas de PODEMOS, los comunistas de Pablo Iglesias, que pide autocrítica, pero que nunca se la aplica. Su autocrítica consiste en insultar a los contrarios, a los que no piensan como él, aunque sean de su propio partido, pero nunca en asumir su cuota de responsabilidad en una organización a la que Iglesias conduce a la irrelevancia política. Por otro lado, nada nuevo que no conociéramos en la historia del comunismo español, siempre tan dado a devorarse entre ellos.

Pablo Iglesias es un cadáver político que ve esfumarse, mas rápido de lo que pensaba, su anhelada cartera de ministro. Para los socialistas, la organización morada carece ya de todo interés, una vez que esta ha sido saqueada electoralmente. El PSOE poco mas puede rascar a su izquierda, e Iglesias es un incomodo compañero de viaje que ya no interesa, sobre todo cuando su liderazgo está más cuestionado que nunca. El objetivo de los socialistas y muy particularmente del Presidente Sánchez, se centra ahora en Ciudadanos, y ese y no otro, es el motivo de su reciente viaje a Francia a entrevistarse con su homologo Galo, Emmanuel Macron.

Sánchez desea el apoyo de Ciudadanos para su investidura y así no tener que depender de los independentistas catalanes. Socios poco fiables, que solo permitirían que fuera presidente, como garantía de inestabilidad, pues cuanto peor le vaya a España, mejor para los intereses del separatismo. Recordar que el mismo separatismo que le aupó a la presidencia, le dejo caer nueve meses después. En este plan de apoyo a Sánchez, también estaría involucrado el Partido Popular y su presidente Pablo Casado. Fue el mismo Casado el que recomendó a Rivera que se abstuviera en la investidura de Sánchez, para que este no tuviera que depender de E.R.C.

Pablo Casado no sugiere esta posibilidad por motivos de altruismo político, lo hace porque sabe que de esa jugada puede depender la continuidad de su partido político y la suya propia como presidente. Todo lo que tocan los socialistas, todo lo que toca el PSOE, lo acaba engullendo. El PSOE no desaparece, pero si toda organización que coquetea con ellos. Si Ciudadanos y el PSOE pactan, es posible que hasta Begoña Villacis sea alcaldesa de Madrid, Ciudadanos obtendría triunfos efímeros, que a buen seguro le pasarían factura dentro de cuatro años, y eso daría alas a los populares para recolocarse. Actualmente el PP está en tierra de nadie y solo un viraje de los naranjas a la izquierda, le daría a los de Casado una opción de recuperar el espacio perdido. Si Vox se mantiene firme en sus convicciones y Ciudadanos también, el Partido Popular tiene muy difícil su subsistencia. Sin espacio ideológico que llenar y con una errática estrategia que le está conduciendo a una derrota electoral tras otra, por mucho que lo quieran disfrazar de victoria.

Estamos ante un panorama político que podíamos calificar de interesante. Pero lo que resulta sumamente extraño y hasta incomprensible, es que tanto PSOE como Partido Popular, no se pongan de acuerdo para quitarse de una vez la dependencia de la gobernabilidad y estabilidad del España, del yugo independentista. Bastaría un cambio en la normativa, en la ley electoral, para que los distintos gobiernos de España, no estuvieran a merced del separatismo. Un separatismo que sigue marcando la agenda política de este país, y que pone y quita presidente a su antojo, como hemos podido comprobar con el popular Mariano Rajoy y con el Socialista Pedro Sánchez.