Josep Sansano.
Los resultados de las elecciones locales del 26 de mayo han sorprendido a propios y a extraños. El PSOE siendo claro favorito, tras su éxito en las generales, solo logró obtener 9 concejales, tres más que en 2015, pero a costa de perder 5000 votos con respecto a su resultado en las elecciones del 28 de Abril. El PP de Luis José Barcala Sierra con apenas 1000 votos más que en sus desastrosos resultados de 2015 ha logrado empatar con 9 concejales y superado al PSOE en votos. Pese al empate de concejales, el Partido Popular, lejos de los 18 concejales de Sonia Castedo Ramos cuenta con mayoría suficiente para gobernar, imponiéndose en el bloque de derechas sobre un débil Ciudadanos y un VOX que no es necesario para ningún pacto.
La política crea extraños compañeros de cama que hacen que no triunfe necesariamente el partido que más votos o concejalías cosecha, sino el que sabe hacer decisivos los que obtiene. Este es el caso de Ciudadanos, que con solo 5 concejales en Alicante, habiendo perdido 1 respecto a 2015, se ha convertido en el partido que podría tener la clave. Tal vez los naranjas lo han tomado con mayor literalidad de lo que al propio Albert Rivera Diaz le gustaría.
Al parecer, la candidata por Ciudadanos, Maria del Carmen Sánchez Zamora, se dejó ver la mañana electoral por los diferentes colegios de Alicante acompañada de su actual pareja Jorge Crespo Carralón. quien protagonizó una polémica en Julio de 2018 al ser nombrado asesor del grupo popular en el ayuntamiento por Luis Barcala y renunciar solo una semana después al descubrirse que concursó en la adjudicación de un contrato de 40.000 euros para las escuelas infantiles, pudiendo incurrir en incompatibilidades y en un claro conflicto de intereses.
Desde las filas populares, destacan la influencia del todavía afiliado al Partido Popular Jorge Crespo sobre Maria del Carmen Sánchez, atribuyendo a este hecho las reiteradas acusaciones que en campaña Ciudadanos dirigió hacia Luis Barcala por retirar de las listas del PP a Maria Angeles Goitía Quintana, edil que le cedió su puesto para permitirle acceder a la vara de mando del Ayuntamiento, y sobre todo a Carlos Castillo Márquez, concejal de economía y vicepresidente de la diputación, a quien María del Carmen Sánchez citó como verdadero responsable de los pocos éxitos del partido popular en el año de gobierno al frente de Alicante. Al parecer Jorge Crespo y Carlos Castillo comparten una solida amistad a la que no es ajena la regidora naranja.
Pese a la atractiva oferta del PSOE a Cs, la alcaldía a cambio de su apoyo en la diputación, y que también parece contar con el beneplácito de Compromis, fuentes solventes del partido popular aseguran que Luis Barcala ya ha negociado con Carlos Castillo y su amigo Jorge Crespo el apoyo incondicional del partido de su pareja. Con este trato Ciudadanos perdería una oportunidad de oro para acceder al gobierno de la quinta ciudad más importante de España pero salvaría el oscuro futuro laboral de Carlos Castillo, actualmente defenestrado y sin cargos de ningún tipo, y de Jorge Crespo por extensión.
Aunque los pactos parecen sellados desde antes de elecciones Albert Rivera ha centralizado en Madrid cualquier acuerdo de coalición mediante un «comité de pactos» que aún podría dejar a los populares sin la alcaldía de Alicante. En una entrevista concedida a COPE, la portavoz del PP María del Carmen de España Menárguez no ha hecho esperar las reacciones de su partido al mostrarse notablemente molesta con que las decisiones sobre la gobernabilidad de la ciudad se adopten desde Madrid.
En las próximas semanas se aclarará si la promesa de un anillo azul en el dedo de una mano naranja pesa más que las decisiones de la sede de la calle de Alcalá.