Editorial.
Después de dar muchas vueltas, Podemos ha quedado reducido al antiguo poder de Izquierda Unida. Ha perdido las elecciones en Barcelona y Madrid. En la Comunidad de Madrid ha sido sangrante el hecho de que Iñigo Errejón haya obtenido tres veces más que sus antiguos compañeros, abocándose a la integración en el PSOE.
Podemos obtiene una victoria clara en Cádiz, pero es achacable a la personalidad de Kichi.
El marqués de Galapagar se ve abocado a acuerdos con el PSOE, de gobierno y en sus diferentes instituciones.