Josep Sansano.
La tarde del martes 21, a tan solo unas horas del gran debate electoral de los candidatos a la alcaldía de Alicante, organizado por Prensa Ibérica, el aspirante de VOX Mario Ortolá Martinez anunciaba a través de sus redes sociales, y las de su partido, que no acudiría a dar la batalla de las ideas frente al resto de candidatos. La vaga excusa sigue siendo la presión de las otras fuerzas políticas sin aportar mayor detalle sobre estas presuntas « presiones » . Sin embargo, no parecen haber tenido problema los candidatos de VOX por Torrevieja o Elda que sí participaron en los debates dentro del mismo formato. Alicante se une así a la lista formada por Orihuela, Benidorm y Alcoy donde sus candidatos evitaron aparecer en el debate.
Tan solo unos días antes, el candidato era increpado por un ciudadano acerca de esta misma cuestión en el encuentro digital organizado por el diario Información. Preguntado por su participación en el debate, el candidato de VOX por Alicante, sin dejar de hacer burla del error cometido por el potencial votante , lo llamó Tórtola, ironizó sobre sus cuestionadas dotes oratorias y aseguró que acudiría al debate a presentar el programa de VOX. No fue la única mentira de Mario Ortolá en aquel coloquio pero si de las primeras que ha quedado al descubierto.
Siguen sin ser claras las causas del extraño cambio de actitud del candidato de VOX a la alcaldía de Alicante aunque podría tratarse de una réplica de la campaña de victimismo ante los medios que Santiago Abascal Conde empleó a lo largo de la campaña para las elecciones generales. Otras fuentes internas apuntan a que se trataría de una estrategia para minimizar el espantoso ridículo que el candidato ha estado haciendo durante la última semana en todas sus intervenciones públicas en las que la retórica ocupaba un papel principal.
Es sabido que el partido, a través de sus redes internas, ha solicitado a sus votantes y voluntarios de campaña asistir a los mítines de Mario Ortolá. El candidato ha pretendido darse un baño de masas frente a los votantes y Alicantinos pero ante la poca afluencia de visitantes no han tardado en excusarse en sus redes sociales argumentando que se trataba de mini-mítines espontáneos. Una exhibición de fuerza podría evitar la caída de unos afiliados y simpatizantes que se desentenderían del partido hartos de escándalos y ataques. Sin embargo, apenas quedan ya un puñado de personas interesadas en el proyecto de VOX en la ciudad dirigido por un candidato que no conoce la ciudad y subordinado a los intereses de la cúpula en Madrid.
Pese a todo, con total probabilidad el hecho catártico, que ha hecho retroceder definitivamente al candidato Ortolá frente al resto de sus adversarios políticos, haya sido la viralidad que ha alcanzado en las últimas horas el video-cuestionario al que los organizadores del debate han sometido a todos los candidatos. En sus escasos 4 minutos, los contendientes responden a un test de 30 preguntas de cultura general sobre la ciudad de Alicante. Mario Ortolá es con una gran diferencia el candidato que menos respuestas acierta, respondiendo bien a tan solo a 7, todas sobre su partido, y negando con la cabeza las demás repuestas en silencio y cada vez más humillado.
El candidato se ha mostrado incapaz de responder incluso a las preguntas que a la fuerza debía saber como el nombre del rector de su propia universidad, el del presidente de la Audiencia Provincial, pese a ser licenciado en derecho y jactarse de redactar la demanda contra los golpistas catalanes, el número de personas que han ocupado la alcaldía a la que aspira o de decir correctamente las loas a la Santa Faz ante la que acudió en peregrinación hace tan solo unas semanas, supuestamente como muestra de su devoción y alicantinismo.
https://www.youtube.com/watch?v=9LY_F_WqmPA
La evidencia de que se trata de un hombre de paja, cuya mayor virtud es mantenerse callado a la sombra de unas siglas, puede haber propiciado la estrategia del silencio para arañar, o al menos no perder los pocos votos que le permitan vivir a costa del alicantino los próximos 4 años. Sin duda una estrategia cobarde, pero que en el caso de Mario Ortolá, resulta coherente y probablemente la más efectiva.
Como detalle , añadir, que el dia en el que Mario debía acudir al debate era el 23 y no el 22. Tampoco sabía el dia que tenía que acudir.